VISITAS

"...Absurdo suponer que el paraíso
Es sólo la igualdad las buenas leyes
El sueño se hace a mano y sin permiso
Arando el porvenir con viejos bueyes..."

(Silvio Rodríguez)

"La solidaridad es la ternura de los pueblos"

(Gioconda Belli)




miércoles, 31 de marzo de 2021

Lo que el simplismo esconde

La realidad es que los verdaderos problemas de nuestro tiempo no se pueden entender sin comprender que el totalitarismo se convirtió en la maldición del siglo porque intentó resolverlos Perdonen que no me levante, reza el epitafio de Groucho. Perdónenme a mí, a mis 56 años, que no me inmute ni por un actor iletrado que se muda el vestuario ni por los malabarismos que pretenden sorprenderme con el vacío ni por cualquiera de las estupideces con las que nos entretienen para hacer como si todo siguiera igual, en un momento en el que ni siquiera estoy segura de cuánto tardará en estallar el siglo hasta resultar irreconocible. Espero que me pille ya en la orilla, arrumbada en la ribera, a ser posible encallada al margen del sufrimiento. Difícil. El mundo ha alcanzado un nivel de complejidad que se nos escapa y justo ahora nos lo pretenden ofrecer en bandeja de la forma más simplista y absurda. No solo por malicia, o por manipularnos, que también, sino porque es seguro que nuestros gobernantes tampoco lo entienden, no son capaces, la frustración les trae a la orilla de lo pequeño, de lo simple, de lo absurdo, de lo inservible. Es sangrante que nos mantengan vivos mientras nos enchufan al sufrimiento de una mujer, o a los ridículos movimientos para mantener el poder o para lograrlo de un ejército de personas, sin poso previo y sin huella futura, que tampoco entienden en realidad aquello a que nos enfrentamos. Iglesias, que aún conserva la capacidad de frustrarse, nos lo ha llorado: llegas al Gobierno y no mandas. Es que llegas al Gobierno, al de aquí o al de cualquier otro país, sobre todo europeo, y te enfrentas a las preguntas reales: quién sabe, quién decide, quién decide quién decide. La era está pariendo un corazón pero está helado y pertenece a un robot o a una tecnológica. Mientras nos enfrentan con la nada —¡qué huero es enfrentarse al vacío!— pasamos por alto lo medular. Un navío de un tamaño inhumano —perfecto trasunto del tiempo que habitamos— ha encallado en el canal de Suez, tras un fenómeno adverso que incluía una tormenta de arena inusual y que ha llevado al monstruo a bloquear el paso entre las inmensas fábricas de Asia y los impacientes consumidores europeos. Sucede este insólito fenómeno mientras seguimos atrapados por la pandemia, que llegó de los remotos lugares de los que expropiamos a las especies con las que nunca debimos rozarnos. Todo es lo mismo y todo es cegado para evitar mirar hacia donde no se desea. Hay que pedalear para mantenernos firmes en la fragilidad de este sistema artificial sin el que ya sentimos que no hay vida. No hay vida sin consumir, sin viajar, sin salir a los bares, sin tener dónde exhibir las ropas de baja calidad que lucimos como señuelo y que viajan en esos contenedores que cabalgan barcos monstruosos que ni siquiera lo parecen. Allí vienen, perfectamente estibados, las piezas de la fabricación "justo a tiempo" (just in time) que ha acabado con los estocajes, con la necesidad de mantener remanentes en los almacenes, con la de fabricar las mínimas cosas. En esos contenedores —de los que hay una tremenda escasez ahora— viajan las piezas de nuestros automóviles, los productos farmacéuticos, los repuestos sanitarios y médicos, las mercancías del comercio minorista. Ya nos dimos de bruces con ello en la primera ola de la pandemia, cuando no teníamos nada: ni mascarillas, ni EPI, ni guantes, ni nada que pudiera ser traído "justo a tiempo" para minimizar el capital retenido y maximizar los rendimientos de los accionistas. El enorme navío tiene ya a la espera a más de cuatrocientos buques similares, en ambos sentidos, y a muchos petroleros que deben traer el suministro a Europa. Lo contamos como un chiste. Hacemos memes. En el mundo del comercio global existen hasta 14 cruces de caminos que pueden provocar problemas en caso de sufrir un fenómeno adverso. Ahora es el canal de Suez, pero dependemos del canal de Panamá, de los estrechos de Malaca y de Gibraltar, de los pasos del Bósforo y los Dardanelos, del estrecho de Ormuz o del de Bab el Mandeb en Etiopía, de las vías del Misisipi o de las inmensas líneas de ferrocarril rusas que desembocan en el Mar Negro. Cualquiera de ellos está amenazado por el calentamiento global y sus consecuencias de cambio climático y fenómenos adversos, por la obsolescencia tecnológica o por fenómenos de inseguridad geopolítica. Aun así, lo único que se nos ocurre es intentar abrir nuevas vías por el Ártico que pueden provocar mayores problemas en forma de meteorología violenta. ¿Ustedes creen que tenemos tiempo de hablar de Cantó o de Cantora, de Lozano, de no sé quién que se suma a una lista de unas elecciones que no hacían puñetera falta? Comunismo o libertad, dicen los ignaros. Tienes que descojonarte. "La presente crisis de libertad consiste en que estamos ante una técnica de poder que no niega o somete la libertad, sino que la explota. Se elimina la decisión libre en favor de la libre elección entre diferentes ofertas", dice Byung-Chul Han. Comunismo o libertad es lo que se le ha ocurrido a cambio a un tipo llamado Miguel Ángel Rodríguez. Luego tenemos a los cegados de la izquierda, que siguen planteando las cosas como en tiempos que volaron en la tormenta. Nos están expoliando los datos, las elecciones, la vida. No solo nos autoexplotamos sino que entregamos voluntariamente la riqueza que les permitirá dominarnos. En el Gobierno no mandas porque pronto mandarán los que dicen ser nuestros proveedores: quién sabe, quién decide, quién decide quién decide. No nosotros, no los que nos marcan la agenda, no los que aparentan que nos gobiernan. Nos ha tumbado los servicios del SEPE una potencia extranjera y no he oído ni la más mínima disquisición o debate sobre la gravedad del riesgo. Guárdennos del capitalismo de la vigilancia: "La expropiación de derechos humanos cruciales que perfectamente puede considerarse un golpe desde arriba: un derrocamiento de la soberanía del pueblo", explica Zuboff. Somos felices dejándonos expropiar el alma y el futuro mientras que nos entretienen debatiéndonos entre un comunismo imposible y una libertad que ya no es sino un remedo, la libertad de devenir un ladrillo más en el muro. Lo que el simplismo esconde es el oscuro futuro al que nos dirigimos. Aparentemente cómodo y lleno de artilugios brillantes que compraremos como los nativos americanos cogían las baratijas de los conquistadores. Lo que el simplismo esconde es la incapacidad no ya de nuestro país, sino incluso de toda la Unión Europea para entender, sostener y mantener su lugar en el mundo, exhausta como está nuestra alma que animó a la humanidad secularmente. Europa agoniza, no es capaz ni de vacunarnos, y nosotros agonizamos con ella pero lo hacemos llenos de artefactos y colores. En ese portacontenedores encallado en un canal, en la pandemia, hay más verdad que en todo el discurso político de los últimos años. Así que no miren. Mejor sigan entretenidos. La realidad compleja e imparable nos va a arrollar igual. Gocen de la vida mientras todo se derrumba, salven las fiestas y los muebles y los trastos, hagan como los venecianos durante la peste negra. El simplismo es la bomba que nos estallará más pronto que tarde, pero hablemos de Cantó.

lunes, 22 de marzo de 2021

Correos en lucha - Todo Por Hacer

Correos es un servicio público que lleva funcionando algo más de 300 años. Es ese carácter de servicio público lo que se está queriendo cambiar de un tiempo a esta parte, por medio de diferentes jugadas. Primero hay que dejar claro que el sector postal está inmerso en un proceso de privatización a nivel europeo desde la década de los 60. Diferentes áreas del sector se han ido liberalizando, primero con timidez y actualmente sin tapujo alguno. En el Estado español los hitos fundamentales de este proceso, que aún sigue abierto, serían los siguientes: – En 1992 pasa de ser la Dirección General de Correos y Telecomunicaciones a transformarse en un Organismo Autónomo de carácter comercial, es decir, queda sustituido en sus cimientos el principio de servicio público por el principio de rentabilidad económica. – Cinco años después, en 1997, pasa a considerarse “entidad pública empresarial”. – En junio de 2001, por medio de la Ley 14/2000 de 29 de diciembre, estrena nueva forma de gestión y nuevo régimen jurídico: la Sociedad Estatal Mercantil, Sociedad Anónima. ¿Qué significa eso? Correos cuenta con financiación pública, y aunque la gestión sea autónoma el 100% de sus acciones pertenecen a la SEPI, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, un órgano dedicado a rentabilizar las empresas públicas. Es una pieza clave en el proceso de privatización de empresas públicas y en la mayoría de ocasiones ese ha sido el resultado final de su gestión. Repsol, Telefónica, Endesa… la lista es bastante extensa y fácilmente accesible para quien quiera comprobarla. La SEPI está controlada por el Ministerio de Fomento. – El siguiente paso en este proceso privatizador se da en 2008 con la aprobación de la Directiva 2008/6/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, del 20 de febrero. Esta directiva se transpone en el Estado español en 2011 mediante la aprobación de la Ley del Servicio Postal Universal, de los derechos de los usuarios y del mercado postal. Correos pasará a llamarse Grupo Correos, e integrará las cuatro empresas que ya tenía: Correos como la matriz y Correos Express (paquetería), Nexea (publicidad) y Telecom (infraestructura para telecomunicaciones) como filiales. Desde entonces es evidente un giro en la comunicación interna y pública en Correos, utilizando una jerga puramente empresarial que refleja lo que los y las trabajadoras ya estaban viviendo: el cambio de paradigma, de servicio público que buscaba cubrir unas necesidades comunicativas básicas, a negocio que compite de formas variopintas por hacerse con el comercio electrónico. Ese concepto del Servicio Postal Universal (SPU), regulado por la mencionada Ley, se define como “el conjunto de servicios postales básicos mínimos de calidad disponibles a todos los habitantes de un territorio estatal en todo momento, en cualquier lugar y a un valor asequible”. En el Estado español el SPU dice que toda persona debe tener garantizadas las comunicaciones postales a diario de lunes a viernes. Correos es el operador postal designado por el Estado para garantizar el SPU, y por ese motivo se le dan una serie de facilidades (por ejemplo, poner buzones en las aceras) y una cantidad de dinero cada año, ya que se entiende que hay zonas que no son rentables de repartir (por ejemplo, pueblos poco poblados). Esa designación de Correos se revisa periódicamente, estando vigente la actual hasta diciembre de 2025. Esto quiere decir que, llegada esa fecha, el Estado tendrá que decidir si amplía el plazo o cambia los términos del acuerdo, por ejemplo, designando a otro operador postal para realizar parte o todos los servicios postales básicos. Desde hace unos años, los rumores y las declaraciones sobre la privatización de Correos han sido continuos. El sector postal se nos presenta en los medios como decadente, nos repiten mucho que la carta está en vías de extinción y la paquetería y el comercio electrónico parecen la única salida. Correos suele aparecer en prensa como un organismo obsoleto en descomposición. De hecho, aunque el propio Correos asume el discurso de que la paquetería es el único futuro posible, en vez de reforzar este servicio, deriva la mayor parte a Correos Express, cuya plantilla tiene unas condiciones laborales evidentemente más precarias. Y como no podía ser de otra forma, todo este proceso viene acompañado de recortes en la plantilla de Correos y de precarización de sus condiciones. A día de hoy, un tercio de la plantilla de Correos está trabajando con contrato temporal, con contratos ridículos de uno o dos meses, o incluso semanas o días. También en los últimos años ha crecido la proporción de contratos a tiempo parcial, gente que hace 4 horas y a la que presionan y exprimen a tope. “Sin ir más lejos, de cara al próximo examen de consolidación de empleo, alrededor de un 26% de las plazas ofertadas en Madrid, son a tiempo parcial (hablamos de jornadas de 4 y 5 horas diarias o para trabajar fines de semana y festivos), siendo en algunos puestos base muy superior la cifra de plazas parciales que a jornada completa. Una expansión de la precariedad destinada a degradar, cada vez más, las condiciones generales, dificultar la organización de los trabajadores y extender la división dentro de una plantilla empobrecida y con menor capacidad de autonomía”, denuncia Mario Murillo, trabajador de Correos, en lamayoria.online Ahondando en este proceso de recortes y precarización, en 2016 y ahora en 2020 la directiva ha aplicado una “reestructuración” consistente en la reducción del número de secciones en las que se dividen los distritos, eliminando así puestos fijos y aumentando la carga de trabajo. Comienzan las movilizaciones Desde hace varios años y como consecuencia del deterioro de la calidad del reparto por parte de Correos, los trabajadores del distrito 38, en Puente de Vallecas, vienen reivindicando la contratación del personal necesario para ofrecer a los vecinos un servicio, como es el SPU, que obliga a Correos a efectuar la entrega de envíos de lunes a viernes y a la vez garantizar la seguridad de los carteros, tanto física como de custodia de envíos. Hace unos años comenzaron a asignar a los trabajadores lo que llaman “contingencias”, esto es, partes de otras secciones que deberían cubrir además de su sección habitual. Esto supuso una sobrecarga de trabajo que imposibilitaba cumplir con el reparto diario completo (incumpliendo así el compromiso de Correos con los usuarios). Por otro lado, tras el comienzo del reparto de paquetería, Correos comenzó a hacer responsables a los trabajadores de los robos que hubiera, tanto a nivel laboral como económico. Todo esto comenzó a crear un clima de protestas que derivó en 31 días de huelga en Majadahonda en el año 2015, apoyada por CGT y abandonada por los sindicatos mayoritarios, molestos por la auto-organización de los trabajadores. Este fue el punto de partida de varios paros convocados en numerosos distritos de Madrid, si bien solo tuvieron seguimiento masivo y de continuidad en dos o tres distritos, especialmente en el 38. "Es otro episodio de adelgazar la plantilla como hicieron con la recogida de buzones amarillos. Llevan años recortando cantidad de trabajadores y la calidad de las condiciones. Han querido subirse al carro del ecommerce sin aumentar la plantilla", añade. pic.twitter.com/PCK1pdKpQU — CGT CORREOS MADRID (@cgtcorreosm) November 28, 2020 En el año 2016 la empresa llevó a cabo la primera de las mencionadas “restructuraciones”, eliminando 4 secciones en el distrito (que fueron absorbidas por el resto de las existentes), suprimiendo así 4 puestos de trabajo y sobrecargando al resto de trabajadoras, lo que hacía imposible poder repartir a diario la correspondencia a todos los vecinos. Menos de un año después, volvieron a intentar asignar contingencias a los trabajadores, pero los paros en el 38 lograron durante un tiempo frenar las contingencias: la empresa sabía que si daba contingencias, habría paros, por lo que terminaban contratando personal para cubrirlas. Sin embargo, al poco tiempo los sindicatos mayoritarios firmarían con la empresa un vergonzoso acuerdo por el cual la empresa se comprometía a cubrir solamente el 75% de las ausencias (por bajas, vacaciones, excedencias, etc.) en invierno y un 65% en verano. Este acuerdo dinamitó por completo las reivindicaciones de los trabajadores. Fue una traición absoluta hacia los trabajadores por parte de estos sindicatos. El conflicto actual en el distrito 38 La asamblea autogestionada de trabajadoras del distrito 38 ha conseguido perdurar en el tiempo a pesar de los cambios en la plantilla y de las presiones de la jefatura, por lo que se han visto un poco mejor preparadas para enfrentarse al endurecimiento de las condiciones de trabajo que llegó con el comienzo de 2020. Desde enero del año pasado, las contingencias comenzaron a ser diarias, con la orden directa de sacar absolutamente todo a reparto de su sección y de lo que les asignen de otras. Esta obligación responde a una estrategia de Correos de hacer estadística 0 a diario, que quede reflejado que cada día sale todo el correo a reparto para así justificar que la disminución de personal no afecta a la calidad del servicio. Ante esta situación, comenzaron a convocarse nuevamente paros para exigir la contratación necesaria, que tuvieron como represalia las sanciones ejemplarizantes a dos trabajadores por, según la empresa, no repartir envíos considerados prioritarios, a pesar de que habían recibido órdenes contrarias a esto y de que otros compañeros tuvieron el mismo proceder. Además de los paros, la asamblea comenzó a presentar numerosos escritos a la jefatura reclamando contrataciones y quejándose del trato recibido por los trabajadores, e incluso escritos colectivos a la Inspección de Trabajo. A partir de entonces el clima de trabajo se volvió insostenible, recibiendo constantemente órdenes contradictorias entre los jefes y cambios continuos en la operativa de trabajo, dejando a la plantilla en una situación de indefensión ante otras posibles sanciones. En marzo, cuando comenzó el estado de alarma, al ser Correos un servicio esencial, los paros tuvieron que dejar de hacerse. Correos aprovechó para presionar todavía más a las trabajadoras ante la falta de personal ocasionada por las cuarentenas y la ausencia del personal más vulnerable, llegando a estar al 40% de la plantilla y sin realizar contrataciones. Además, las medidas de seguridad dejaron mucho que desear desde el principio, siendo Correos uno de los colectivos laborales con más contagios en la primera ola de esta pandemia. Con el fin del estado de alarma, se retomaron los paros, pero esta vez fueron automáticamente desactivados por la empresa, que traía personal eventual de otros centros en turno de tarde. Esquirolaje de toda la vida. Por esto y por la ausencia de compañeros que disfrutaban de vacaciones de verano, los paros se vieron muy mermados. La situación en el propio centro de trabajo también fue recrudeciéndose, continuando la dinámica de emitir órdenes contradictorias, no comunicar las decisiones relevantes a la plantilla, ejerciendo presión y desgaste especialmente sobre algunas trabajadoras (mujeres), etc. Además, a las dos sanciones iniciales se ha sumado otra, en octubre, a uno de los trabajadores ya sancionados anteriormente, por una acción que, según la asamblea, estaba aprobada por su superior y que además también fue realizada por otras compañeras el mismo día. En este punto la asamblea decidió comenzar a utilizar la vía de los escritos de forma recurrente e intensiva, ante cada agravio que ocurriera. No solamente ante la jefatura, sino que también se presentaron 16 denuncias individuales a la Inspección de Trabajo desde el mismo centro. El 10 de noviembre comenzó la huelga de paros parciales, consistentes en dejar de trabajar durante 3 horas, entre las 10:30h y las 13:30h. Esas horas son precisamente las reservadas al reparto, por lo que no se llegaba a repartir nada de correspondencia ordinaria y, de la paquetería, que es lo prioritario, se quedaban cientos de paquetes al día sin repartir, atascándose en poco tiempo las secciones. Sin embargo, la reacción inicial de Correos fue eliminar tres secciones más (y los correspondientes puestos de trabajo), dejando unos recorridos irrealizables que no permiten en ningún caso hacer el reparto diario como estipula el SPU. Como era de esperar, la empresa también hizo todo lo posible para desactivar los paros, trayendo trabajadoras de otros distritos, aumentando la presión hacia los trabajadores eventuales, más vulnerables, y ofreciendo horas extra para preparar el trabajo de las secciones en huelga y dejarla así sin efecto. A día de hoy, el conflicto continúa en la UR 38, intentando implicar a otros distritos y recabar apoyo popular para sumar fuerzas y conseguir que Correos cumpla con el compromiso que le corresponde como operador postal público. Y de hecho, no están solas. En el mes de diciembre, cuando el habitual aumento de trabajo de las Navidades se ha sumado al que ya suponía la crisis pandémica (tanto por haberse disparado las compras online como por las ausencias que suponen las cuarentenas y bajas por Covid-19), las trabajadoras de Correos se han movilizado también en la zona del Vallès (Barcelona), en las Islas Canarias y en Algeciras, entre otros, contra las reestructuraciones, la falta de contratación y una carga de trabajo inasumible. ¿Y cómo está afectando todo esto al SPU? Quizás como “usuarios” de Correos nos cueste darnos cuenta de la importancia que tiene este servicio público, pero lo cierto es que la tiene, y mucha. Tanto para multitud de gestiones con las administraciones públicas que se facilitan desde Correos (solicitudes de prestaciones o cualquier tipo de gestión a través del correo administrativo, más aún a día de hoy cuando los trámites presenciales se han visto limitados por la pandemia), como para la recepción a tiempo de comunicaciones relevantes de entidades públicas, desde el recibo del IBI a otras aún más importantes. Hace poco hemos tenido un ejemplo muy sangrante de esto. El Ministerio de Trabajo envió el 6 de noviembre cartas informativas sobre la ayuda de tres meses para personas en paro que hubieran agotado su prestación durante la pandemia. El plazo para solicitar esta prestación terminaba el 30 de noviembre, pero mucha gente recibió la carta pasada esa fecha y por tanto no pudo solicitarla, según denunciaba en diciembre Eldiario.es. Más recientemente, Correos saltaba nuevamente a los medios con una muestra más de que los recortes y la precarización laboral no son imaginaciones de sus trabajadores. Tras una denuncia de CGT Madrid, la Inspección de Trabajo sancionó en enero a Correos por haber dado de baja a 722 trabajadores temporales durante las festividades de Navidades y Semana Santa para ahorrarse los salarios y las cotizaciones a la Seguridad Social. Si bien la sanción impuesta es ridícula (6.000€ además de las cotizaciones debidas), esta pequeña victoria al menos demuestra las lamentables prácticas de empresario pirata que Correos lleva tiempo haciendo suyas. Puedes seguir el conflicto desde la cuenta de Twitter @correosenlucha https://www.todoporhacer.org/correos-en-lucha/

domingo, 14 de marzo de 2021

La Inspección de Trabajo abre expediente a Correos en Almería por incumplimiento de contratos

La Inspección de Trabajo de Almería ha abierto expediente a la empresa pública de Correos en Almería por un incumplimiento el Estatuto de los Trabajadores. El levantamiento de esta acta de infracción, que según fuentes del sindicato independiente Sicpte es reiterativa, se produce por una vulneración de los derechos de los trabajadores del turno de tarde de martes y jueves de varios municipios de la provincia de Almería. A raíz de la entrada en vigor de la ley de Procedimiento Administrativo 39/2015, Correos instauró un turno de trabajo de tarde. Así, en la provincia de Almería la empresa pública cuenta con trabajadores eventuales, contratados por la empresa, para dar servicio a este turno. Estos, desempeñan su labor por contrato los martes y jueves de cada semana, cuatro horas por cada jornada, y a razón de ocho semanales. Los hechos, expuestos por los trabajadores, se han producido coincidiendo con festivos La situación objeto de la apertura de expediente a Correos viene por la documentación aportada por trabajadores de que en el momento que uno de estos días ha caído en festivo en la provincia, la empresa les ha modificado el día a otro de la semana que no les corresponde. Según la Inspección de Trabajo, a cuya nueva resolución ha tenido acceso 'Diario de Almería', estos hechos han sido denunciados por los propios trabajadores, dada su reiteración. Desde el sindicato, apuntan a que la empresa, pese a las sanciones, continúa con la misma forma de proceder, mediante la cual, “les modifica a los trabajadores una cláusula abusiva e ilegal, donde dice los días que tienen que recuperar. Nosotros nos hacemos con una copia de ese documento, se la facilitamos a la Inspección de Trabajo y ahí están los resultados”, explican desde la organización, al tiempo que señalan que “la clave está en como en Barcelona, donde los compañeros ya lo denunciaron en su día, un trabajador se fue a un Juzgado de lo social por su cuenta para denunciar a la empresa y se la obligó a pagarle al empleado 108 euros, el precio del día festivo”. Por tanto, en esta última resolución, la Inspección de Trabajo explica a los trabajadores que tienen la libertad de acudir por la vía judicial para recurrir la cantidad que la empresa les debe. <1>

viernes, 12 de marzo de 2021

Hijas de la Anarquía. La tradición de los nombres libertarios

Era 1936 en Jerez de los Caballeros. María Bruguera Pérez y Francisco Torrado Navarro llevaban el sol y el trigo de los campos en el mundo nuevo de sus corazones. Ella hija y nieta de anarquistas: su padre obrero de la fábrica corchotaponera en la Sierra Suroeste extremeña, venida a menos, y su abuelo catalán de Palafruguell, Gerona. Su madre, Elisa Pérez, bordadora, tenía un pequeño negocio de alimentación en el pueblo de Jerez, provincia de Badajoz. María y Francisco se amaban y amaban la libertad. Ambos, junto al hermano de María, Antonio Bruguera, habían contribuido a fundar las Juventudes Libertarias en Jerez de los Caballeros en 1932. Una cosa trajo la otra y poco después fundaron también el grupo de teatro libertario “Ni Dios ni Amo”, con el que recorrían los pueblos de alrededor. María tenía 21 años cuando las columnas fascistas bajo el mando de José Álvarez e Ildefonso Medina Mogollón entraron en Jerez, el 18 de septiembre de 1936. Según historió Francisco Espinosa, su paso dejó 60 cadáveres en la calle, todos de izquierdas. Afortunadamente, tanto María como el resto de su familia lograron huir antes de la llegada de los rebeldes. María se salvó de ser asesinada porque el capitán de los civiles se apiadó al ver el bebé tan pequeño o porque, simplemente, no habría sabido qué hacer con él si mataban a la madre, que fue detenida y pasó, desde entonces, un calvario de cárcel en cárcel El padre de María, Antonio Bruguera, pasó a zona republicana junto a centenares de personas que huían del avance franquista. El grupo formado por María, su madre Elisa Pérez, su hermano Antonio y su compañero Francisco, no tuvo tanta suerte y quedó atrapado en la tierra quemada de los fascistas. Intentaron cruzar a Portugal, sin ningún éxito debido a que la frontera estaba cerrada, ante la aglomeración de gente huida desde las provincias de Huelva y Badajoz. Afortunadamente. La policía, el ejército y los paramilitares fascistas portugueses estaban entregando a los huidos a las huestes de Franco. Mujeres anarquistas 18 julio barcelona 18 de julio de 1936. Un grupo de mujeres y hombres se dirige en camioneta a luchar contra el levantamiento fascista en Barcelona Fundación Anselmo Lorenzo El grupo familiar retrocedió por tierras pacenses y se refugió muy cerca de Jerez, en la finca “La Media Nava”, donde los padres de Francisco Torrado tenían una parcela. En los chozos de aquella finca se refugiaron otros muchos huidos, y en uno de aquellos chozos María y Francisco gestaron un niño que nacería en el mismo lugar el 8 de junio de 1937, siendo asistida María en el parto por su madre Elisa Pérez. A los pocos meses de nacer el bebé, en noviembre de 1937, la Guardia Civil dio una batida y encontró los chozos. Realizaron una masacre. Casi 20 personas fueron ejecutadas aquel día, asesinadas, en aquella finca de “La Media Nava”, entre ellas el compañero de María, Francisco Torrado, su madre, Elisa Pérez, y Bautista Méndez, secretario de las Juventudes Libertarias de Jerez de los Caballeros. En total, entre 16 y 18. Las crónicas, orales, no lo aclaran. El hermano de María, Antonio Bruguera, pudo escapar antes de que llegaran los guardias. María se salvó de ser asesinada porque el capitán de los civiles se apiadó al ver el bebé tan pequeño o porque, simplemente, no habría sabido qué hacer con él si mataban a la madre, que fue detenida y pasó, desde entonces, un calvario de cárcel en cárcel. Pasó 8 días en la cárcel de Jerez de los Caballeros, y de allí fue a la de Badajoz, donde fue juzgada en diciembre y sentenciada a muerte. Tres días después de la sentencia un abogado defensor le comunicó que le habían conmutado la pena por 30 años de reclusión. Floreal es el octavo mes del calendario republicano francés, el segundo mes de la primavera, entre Germinal y Pradial. María Bruguera y Francisco Torrado le pusieron ese nombre al hijo que engendraron y tuvieron en los campos jerezanos Durante 8 años y un mes recorrió los penales de Badajoz, Tarragona, Salamanca, Valladolid, Saturrarán y Madrid. En 1946 salió libre, pero más convencida si cabe de sus ideas y comprometida aún en la clandestinidad con la CNT y con Mujeres Libres, tras conocer en la cárcel de Madrid a las hermanas Lobo y a María Carrión, antiguas militantes de esta organización. Poco después se casaría con Antonio Lobo, hermano de sus antiguas compañeras en la cárcel y también compañero anarquista. Junto a él, nada más salir de la cárcel, lo primero que hizo fue ir a buscar a su hijo, el fruto de su unión con Francisco Torrado y quien la salvara de morir asesinada en noviembre de 1937. A María sólo se le había permitido tener a su hijo junto a ella durante ocho meses en la cárcel de Badajoz, en 1938, dado lo pequeño que era el niño, teniéndolo que dejar después al cuidado de sus suegros, cuando la trasladaron al Convento de las Oblatas en Tarragona, cárcel de mujeres regentado por monjas. Durante este tiempo, mientras estaba en Badajoz, se enteró de que su padre, Antonio Bruguera, antiguo presidente de la Casa del Pueblo de Jerez de los Caballeros, había sido capturado y fusilado el 17 de noviembre de 1939. Todo ello lo podemos saber porque María, con el fin del franquismo, fue una de las fundadoras de Mujeres Libertarias y de la revista de este colectivo, del mismo nombre, que le dedicó un monográfico al fallecer, en Madrid, el 26 de diciembre de 1992. Cabecera Revista Mujeres Libertarias Cabecera de la revista Mujeres Libertarias. Floreal es el octavo mes del calendario republicano francés, el segundo mes de la primavera, entre Germinal y Pradial. María Bruguera y Francisco Torrado le pusieron ese nombre al hijo que engendraron y tuvieron en los campos jerezanos. Floreal. Como anarquistas practicantes que eran, cuya vida e ideas iban más allá de su acción política, apelaron con este nombre a la protección de la Naturaleza, de las flores que se abren entre abril y mayo, sustrayendo así a la Iglesia el poder omnímodo que siempre había demostrado tener a través de la imposición de nombres cristianos. Esta práctica, la de poner nombres no cristianos ni religiosos a los hijos e hijas, fue una costumbre entre las familias de anarquistas principalmente, si bien otros muchos militantes de izquierda (comunistas, socialistas, republicanos…) también la ejercieron como un signo de anticlericalismo y de inicio de un mundo nuevo. Todo ello como una costumbre heredada, en parte, de la masonería y de los grupos masónicos, donde los mismos masones se cambiaban el nombre o les imponían a sus hijos o hijas aquellos que tenían que ver con el mundo clásico, como hizo el masón y republicano de Montijo (Badajoz) Juan Antonio Codes Rodríguez, miembro primero de la logia “Emerita Augusta” y después de la logia “Triángulo Montijano”. Codes bautizó a sus hijos con el nombre de Lealtad, Virgilio y Sócrates. En los pueblos, la Iglesia tenía como fuente de ingreso los derechos parroquiales, un dinero que cobraba por el bautismo y por la inscripción en sus registros propios de los recién bautizados. Los nombres no católicos sustraían al recién nacido del registro eclesial Ya El Condenado, periódico colectivista, defensor de La Internacional, en su edición del domingo 20 de abril de 1873, reproducía el acta de una sesión celebrada por internacionalistas en la noche del 26 de febrero de 1873 en Sanlúcar de Barrameda, en la que dos de los miembros presentaban a la Asociación a sus hijos nacidos el día 1 anterior, con el fin de que esta les diera nombres, “con que se han de diferenciar entre los demás”, resultando como acuerdo de la Asociación llamar al hijo de Antonio Aguilar y de Francisca Fernández “Paso al Progreso Humano”, y a la hija de Agustín González y Encarnación Morantes “Europa Anárquica”. La prensa anarquista de finales del siglo XIX y de principios del XX ofrece testimonio abundante de los nombres anarquistas y de las ceremonias que los acompañaban, sin dejar de mencionar las reacciones que suscitaban en los poderes de la época, tanto estatales o municipales, como los eclesiásticos. Por no hablar de “las buenas gentes”. Libro Mujeres Libres Mujeres Libres Mujeres Libres: referente histórico del anarcofeminismo El movimiento anarquista denominado Federación Nacional de Mujeres Libres (MM.LL.), fundado como tal Federación en Valencia a finales de agosto de 1937, representa uno de los mayores ejemplos organizativos de mujeres, en este caso anarquistas, para luchar por la emancipación integral de la mujer. En los pueblos, la Iglesia tenía como fuente de ingreso los derechos parroquiales, un dinero que cobraba por el bautismo y por la inscripción en sus registros propios de los recién bautizados. Los nombres no católicos sustraían al recién nacido del registro eclesial, lo cual ocasionaba serias pérdidas económicas a la clerigalla. Como fuente de ingreso que era, la Iglesia recomendaba poner al recién nacido el nombre del Santo del día en el que hubiera venido al mundo. En ocasiones al nombre del niño iban unidas diversas supersticiones. Una encuesta hecha en 1900 nos informa de que en la Baja Extremadura se creía que los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar preservaban a los niños de la epilepsia (Javier Marcos Arévalo, Nacer, vivir y morir en Extremadura. Creencias y prácticas en torno al ciclo de la vida a principios de siglo). En septiembre de 1907 los compañeros Fabiana Silva y Manuel Gil, de Olivenza (Badajoz), inscribieron en el registro civil de esa localidad a una hija llamada Electra Felicidad, y en la aldea de Santo Domingo, junto a Olivenza, lo compañeros Paula Souza y Antonio Jorge, inscribieron a su hija Dalia Joven Las parejas o “matrimonios” de anarquistas, simplemente unidos mediante un vínculo de compañerismo o mediante matrimonios civiles, solían ponerle a sus hijos e hijas nombres relacionados con los meses de la revolución francesa (Germinal, Floreal, Pradial), la Naturaleza (Aurora, Sol, Amanecer), la historia clásica (Sócrates, Horacio, Mario), la ciencia (Progreso, Darwin, Universo), la Idea anarquista (Acracio, Libertad, Liberto), intelectuales y activistas (Bakunin, Ravachol, Voltairina), conceptos libertarios (Digno, Paz, Ego), el anticlericalismo (Ateo, Caín, Luzbel), la revolución (Comunardo, Espartaco, Alba de Revolución). La costumbre era universal, como demuestra el hecho de que el anarquista estadounidense Johan Most le pusiera a su hijo Lucifer, el ángel que se rebeló contra Dios todopoderoso. En septiembre de 1907 los compañeros Fabiana Silva y Manuel Gil, de Olivenza (Badajoz), inscribieron en el registro civil de esa localidad a una hija llamada Electra Felicidad, y en la aldea de Santo Domingo, junto a Olivenza, lo compañeros Paula Souza y Antonio Jorge, inscribieron a su hija Dalia Joven (Tierra y Libertad, 19 de septiembre de 1907). Poco antes, también en Santo Domingo, se inscribió con los nombres de Palmira Progreso la hija de Casilda Jorge y Antonio Dordio (Tierra y Libertad, 18 de abril de 1907). En Valdeobispo (Cáceres), Elisa Iglesias y Sotero Alcón habían inscrito a su hijo Progreso Libertador, lo cual, según informaba el Tierra y Libertad del 21 de marzo de 1907, “ha sacado de quicio al elemento fanático de Valdeobispo, de lo que nos alegramos mucho”. No solamente los curas ponían el grito en el cielo ante estos patronímicos. El 18 de abril de 1907 se inscribió civilmente en Carmona el hijo de Diego Molina Carrasco, con el nombre de Helenio Themis Carmona. Según consta en la noticia dada en el Tierra y Libertad del 18 de abril de es año, “El encargado del Registro, que debe ser un zaragozano excelente, dijo que tales nombres no figuraban en el almanaque… que él conocía. Y como cada maestro tiene su librito, nuestro compañero sacó el suyo y logró vencer la obstinación del que a todo trance no quería leer más que en su libro, el libro de los oráculos y de las profecías”. El acto de tales inscripciones civiles estaba acompañado de una ceremonia libertaria, (...) se da noticia de la inscripción en el registro civil de Badalona de “un hermoso y robusto niño de los compañeros Magdalena Miralles y Francisco Belis, con los nombres de Niabel, Darwin y Germinal” El acto de tales inscripciones civiles estaba acompañado de una ceremonia libertaria, que nada tenía que ver con los bautismos. En el Tierra y Libertad del 28 de febrero de 1907 se da noticia de la inscripción en el registro civil de Badalona de “un hermoso y robusto niño de los compañeros Magdalena Miralles y Francisco Belis, con los nombres de Niabel, Darwin y Germinal”. Se relata que “una numerosa concurrencia acompañó hasta el juzgado a los padres y testigos y al llegar al domicilio de los citados compañeros se improvisó un mitin (…) Al acto que se organizó, que fue una verdadera manifestación, asistió también una música que fue prohibido (se) tocara por la calle, por orden gubernativa. No obstante los trabajos de zapa para prohibir el acto, no pudieron lograrlo”. El filósofo argentino Christian Ferrer escribió y publicó un divertido opúsculo de apenas cuatro páginas (Así no hay matrimonio que aguante, Urania, 2016) donde divagaba con la hipótesis de que algunos anarquistas se unieran empujados por sus nombres, como Perseguido (hombre) con Libertad (mujer), o Siberiano (hombre) con España Libre (mujer), casos reales de la nomenclatura natalicia argentina. Mujeres Libres Ferrer menciona, también, a otros anarquistas argentinos, como Benigno Mancebo, tipógrafo y minervista, presidiario en Tierra del Fuego, luego deportado y fusilado. Y a otro anarquista que sacramentó a toda su prole con nombres de piedras preciosas: Turquesa, Ágata, Esmeralda, Rubí, Topacio, Zafiro, Amatista y Aguamarina, sin olvidar al varón: Ópalo. El franquismo nacionalcatolicista acabó con todo aquello. Cuando María Bruguera dejó a su hijo al cuidado de sus suegros en 1938, se llamaba Floreal, el nombre que ella y Francisco Torrado habían elegido. Cuando lo volvió a encontrar y a recuperar en 1946, se llamaba Francisco, como su padre asesinado por los fascistas en una finca junto a Jerez de los Caballeros. El franquismo nacionalcatolicista acabó con todo aquello. Cuando María Bruguera dejó a su hijo al cuidado de sus suegros en 1938, se llamaba Floreal, el nombre que ella y Francisco Torrado habían elegido. Cuando lo volvió a encontrar y a recuperar en 1946, se llamaba Francisco El Gobierno de Franco publicó en el Boletín Oficial del Estado del lunes 13 de marzo de 1939, III Año Triunfal, Nº 72 (apenas cuando faltaba un mes para la ocupación total del país), la Orden del 8 de marzo de 1939 sobre inscripciones de nacimiento, matrimonios civiles, defunciones y anotaciones de divorcio y adopción en zona roja. Todo acto administrativo realizado en tiempo de la República quedaba abolido y era obligatorio revisarlo, desde títulos académicos hasta inscripciones de nacimiento, por no hablar de las uniones civiles y los divorcios. Relación de portadas de la revista Mujeres Libertarias Relación de portadas de la revista Mujeres Libertarias. El franquismo sólo reconocía como matrimonio legítimo el canónico, y obligaba para toda inscripción presentar la fe bautismal y certificado de bautismo, lo cual volvía a suponer pingües negocios para la Iglesia, aparte del control sobre la sociedad. No sólo quienes llevaban nombres anarquistas fueron obligados a renunciar a ellos y cambiarlos por otros del santoral, sino también todos aquellos nombres propios catalanes, vascos, gallegos, etc.: los Iñakis y Jordis fueron obligados a ser Íñigos y Jorges. Uno de los casos más conocidos es el del anarquista Ramón Acín, asesinado, cuyas hijas Katia Y Sol fueron obligadas a llamarse Ana María y María Sol. Aquella imposición fue más allá de lo meramente nominativo. Quien se llamara Libertad o Liberto lo tuvo muy difícil en la vida durante el franquismo, sospechosa o sospechoso de rojerío, prescindible a la hora de conseguir un empleo o acceder a alguna ayuda administrativa. Hasta bien entrada la democracia y los cambios en el registro civil, no era extraño encontrarse con el típico funcionario o funcionaria del registro que se negaba a poner determinados nombres, e incluso quien desde su poder como funcionario público le plantaba el que le parecía a quien solicitaba nombrar a sus hijos e hijas como le viniera en gana. Todavía hoy, la norma sobre inscripción en el registro civil prohíbe utilizar determinados nombres, atribuyéndose el Estado la capacidad de juzgar si son dignos o no, tales como, por ejemplo, la prohibición de nombrar a los hijos con determinadas cifras: uno, dos, tres…, aunque no tiene nada que objetar si se nombra con Primero, Segundo o Tercero. A muy pocos kilómetros de donde escribo hay una escuela libertaria, Paideia. Una de sus fundadoras, Pepita Martín Luengo, conoció a María Bruguera Pérez y supo de sus penurias, colaborando en el monográfico que sobre ella se hizo en enero de 1993, con un artículo que se titulaba “Un mundo de Anarquía”. Ni Pepita ni María están ya con nosotros, pero en el patio de ese colegio y en sus actividades resuena hoy día el griterío de unos niños y niñas cuyos nombres son, o han sido, Tristán, Ander, Iris, Aitor, Gorka, África, Unatx, Olmo, Natalia, Maitane, Urko, Araith, Uxue, Marco, Helio, Ura… y un Antonio que, para más señas, es de ascendencia asiática. https://www.elsaltodiario.com/memoria-historica/hijas-de-la-anarquia.-la-tradicion-de-los-nombres-libertarios

miércoles, 10 de marzo de 2021

La crisis del coronavirus vuelve a meter a las mujeres en casa y hace crecer la desigualdad

Un año después de iniciarse la crisis provocada por el coronavirus, el relato mayoritario de las mujeres es demoledor. Durante las últimas semanas, Público ha recopilado los testimonios de decenas de mujeres que han narrado en primera persona cómo están viviendo la pandemia y qué efectos está teniendo esta crisis sobre sus vidas. Son testimonios individuales pero que conforman un relato común y casi único: estamos extenuadas, estresadas, con sentimientos de culpa por no llegar a todo o llegar mal, con días interminables para poder cumplir con la doble jornada y con un gran sentimiento de soledad. Tal y como resaltan diversas expertas consultadas, todos los estudios han alertado sobre la sobrecarga de trabajo no remunerado que ha supuesto esta pandemia para las mujeres, "y muy especialmente para aquellas con empleos e hijos e hijas pequeños con el consecuente impacto en la salud mental y emocional", explica Alba Crusellas, politóloga y socióloga y experta en igualdad. En los momentos más duros de la pandemia, con los colegios y otros centros de actividades cerrados y la falta de redes de apoyo como las abuelas y otras personas cercanas, "muchas madres han tenido que hacer verdaderos malabares para responder satisfactoriamente a las demandas propias de sus empleos, de la enseñanza a distancia de sus hijos e hijas y de las tareas domésticas y de cuidados. Todo ello con el peso del sentimiento de culpa que impone convenientemente el patriarcado cuando no están disponibles al 100% a los requerimientos de la familia (esa imagen de 'malas madres')", añade Crusellas. "Las mujeres entramos en esta crisis como lo hemos hecho en otras, con grandes desigualdades, y vamos a salir de ella aún peor, con más trabajo productivo y reproductivo [el que sostiene la vida] y con una gran carga de culpa", afirma Empar Aguado, investigadora social y profesora en el departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València. "La pandemia y el confinamiento nos devolvió una imagen amplificada de lo que ya estaba ocurriendo antes" en cuanto a las falta de corresponsabilidad, una mayor carga de los cuidados y la precariedad laboral, afirma este experta, que en el mes de abril inició un estudio sobre las consecuencias del confinamiento en las mujeres con hijos y cuyos efectos, afirma, se han intensificado y profundizado a lo largo de los últimos meses. Los comentarios de estas expertas son corroborados con cifras publicadas por distintas instituciones. Los últimos datos sobre desempleo hechos públicos por el Ministerio de Trabajo reflejaban que el 70% de las personas que habían perdido su empleo en el mes de febrero eran mujeres y tal como denuncia el sindicato UGT ellas ostentan también más del 74% de los contratos a tiempo parcial. "Con la pandemia se podrían haber perdido 20 años en la carrera por cerrar la brecha de género" en el ámbito laboral Un reciente informe elaborado por la firma de consultoría Boston Consulting Group (BCG) afirma que las mujeres dedican el doble de tiempo (unas 27 horas semanales) que antes de la pandemia a trabajos no remunerados como las tareas domésticas y las relacionadas con la educación de los hijos. La repercusión en el ámbito profesional supone que el 30% de las madres europeas aseguran que su capacidad de desempeño en el trabajo ha descendido con la pandemia, porcentaje que en España alcanza el 37%. Además, un 38% de las mujeres no tiene un espacio privado en el que trabajar, el 28% asegura que es interrumpida constantemente, y el 40% no se siente segura sobre su empleo. Unos porcentajes que son 10 puntos inferiores en el caso de sus compañeros varones. Según una directiva de la compañía, estas cifras indican que con la pandemia se podrían haber "perdido 20 años en la carrera por cerrar la brecha de género" en el ámbito laboral. Un dictamen que corroboran decenas de mujeres consultadas por Público durante las últimas semanas. Emilia, una asesora de comunicación de 52 años, explicaba a este diario que aunque ella y su pareja tienen trabajos con una alta demanda de tiempo y concentración, durante el confinamiento él dispuso de un lugar aislado para trabajar y ella se quedó en el salón, donde era mucho más "interrumpible". Esta misma situación la cuentan Ana, una periodista que estableció su lugar de trabajo en la barra de la cocina, y Verónica, analista de datos, que tuvo que convertir el salón en su oficina y compartirlo con sus hijos, mientras su marido disponía de una habitación para él solo "porque tenía muchas reuniones". "Lo que estamos viendo es que en muchísimas ocasiones ellas son las facilitadoras del tiempo de trabajo de sus parejas" "Lo que estamos viendo es que en muchísimas ocasiones ellas son las facilitadoras del tiempo de trabajo de sus parejas. Y no es que se conformen, es mucho más complicado que eso. La pandemia y el confinamiento nos posibilitó ver de forma amplificada lo que ya se estaba dando antes. Si los vínculos afectivos de los hijos se estaban dando mayoritariamente con las madres cuidadoras, tu puedes sacar una hoja de excel y sentarte con tu pareja a repartir hora a hora las tareas de las que se va a encargar cada uno. Pero esto es muy difícil de llevarlo a cabo en una casa de 80 metros, con una criatura de seis años. Aquí aparecía de forma muy clara el sentimiento de culpa", puntualiza Aguado. Esta experta explica que cuando se nos cayeron todas las redes de apoyo (la escuela, la persona que ayuda en casa, los abuelos cuidadores…), lo que quedó al descubierto fue lo lejos que estamos de tener prácticas corresponsables y se vio claramente la necesidad de cambiar de cultura. "Las mujeres necesitamos leyes y políticas públicas hacedoras de tiempo, porque somos nosotras las que estamos gestionando los cuidados". Cuando al inicio de la pandemia se cerró la escuela y se dificultó la posibilidad de externalizar el trabajo doméstico del hogar, lo que se puso de manifiesto fue la tremenda desigualdad de roles, incluso en aquellas parejas que se denominaban "igualitarias". "Lo que dejó patente esta pandemia es que nosotras somos realmente las titulares de los cuidados y que ellos están sentados en el banquillo como suplentes" Otra de las realidades que dejó patente el estudio realizado por la Universitat de València y que aún está por publicar, es que a ellos se les da muy bien jugar con sus hijos. Entre la mujeres encuestadas en la muestra, muchas afirmaban que si se dividían el cuidado de los hijos a lo largo del día, el rato que les tocaba a ellas atendían las tareas escolares, ponían lavadoras o hacían la comida en ese espacio, pero que a ellos en general sólo les daba tiempo a jugar. "Lo que dejó patente esta pandemia es que nosotras somos realmente las titulares de los cuidados y que ellos están sentados en el banquillo como suplentes", afirma Aguado. De vuelta a casa Tal como explica la socióloga Rosa Cobo, las mujeres salimos del espacio privado/doméstico al mercado laboral y al ámbito público a partir de los años sesenta, un proceso que ha ido creciendo a lo largo de las últimas décadas. "Y, de pronto, la pandemia nos devuelve a casa. Y no nos devuelve en la misma situación que a los varones: a nosotras nos devuelve a las tareas domésticas. Si algo ha puesto de manifiesto la pandemia es la debilidad de la conciliación y de la corresponsabilidad. Creo que esta pandemia ha sido un golpe irreparable a la corresponsabilidad y ha mostrado que el trabajo doméstico y de cuidados es una tarea de las mujeres", abunda esta profesora de Sociología en la Universidad de A Coruña. Esta experta afirma que, paradójicamente, la pandemia está reforzando el papel de las mujeres como cuidadoras y como trabajadoras domésticas gratuitas. "Esta dedicación y entrega a las tareas domésticas y de cuidados suscita un malestar en las mujeres que no es nuevo. Es el malestar que no tiene nombre del que hablaba Betty Friedan". Para la socióloga Ángeles Briñón, este malestar colectivo y la falta de corresponsabilidad real dentro de las familias debe ser tenida en cuenta a la hora de diseñar las políticas públicas y hay que cuidar de que éstas no vayan en contra de los derechos de las mujeres. Y critica que tras un año de pandemia "todas esas teorías que hablaban de trabajar por la corresponsabilidad y poner la vida y los cuidados en el centro no se han reflejado aún en una política que haya paliado la situación de muchas mujeres". Lo mismo opina Crusellas, quien afirma que "si no integramos eficazmente la perspectiva de género en todos y cada uno de los proyectos de recuperación, nos vamos a encontrar con actuaciones que van a tener un impacto negativo en la igualdad de género y en las vidas de las mujeres, quienes no se van a ver beneficiadas por igual". Por eso, explica, "el sector público debe asegurar que la recuperación contribuya a eliminar los obstáculos que impiden la igualdad entre mujeres y hombres y no a reproducirlos o agravarlos". Para Crusellas, se sigue dando una visión estereotipada de la maternidad que coloca a las mujeres como principales responsables del mantenimiento del hogar y afirma que existe una falta de corresponsabilidad de los hombres, pero también del Estado. "Recordemos que, más allá de la posibilidad de reducir la jornada laboral con la correspondiente pérdida salarial, las administraciones públicas no han dado alternativas. Esta medida tiene, además, efectos muy negativos en términos de igualdad de género, ya que, en su inmensa mayoría, se acogen mujeres, transfiriéndoles por tanto el coste de la pandemia y reproduciendo los roles tradicionales de género: vuelta a los hogares y dependencia económica de las mujeres". "Lo único que puede hacer que las mujeres salgan de la desigualdad es tener a su lado políticas publicas que construyan tiempo para ellas" "Lo único que puede hacer que las mujeres salgan de la desigualdad es tener a su lado políticas publicas que construyan tiempos para ellas, porque desde la corresponsabilidad no se está obteniendo. Y también es importante no sólo lograr esto en la corresponsabilidad familiar. Deberíamos de hablar también de la corresponsabilidad empresarial o corporativa y de la corresponsabilidad pública", argumenta Aguado. "El confinamiento fue un laboratorio magnífico para indicarnos y confirmarnos lo que ya sabíamos: que las mujeres, para poder librarnos de esta doble carga necesitamos tener políticas públicas que construyan nuestros tiempos. Y esto es algo que sigue vigente y no ha pasado un año después. Hay que incorporarlo a la agenda pública", concluye Aguado. https://www.publico.es/sociedad/crisis-coronavirus-vuelve-meter-mujeres-casa-crecer-desigualdad.html?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=publico

sábado, 6 de marzo de 2021

Los sindicatos convocan una huelga de los trabajadores de Correos del 15 al 31 de marzo en Granada

Del 15 al 31 de marzo habrá huelga en una parte del servicio postal y de mensajería de Correos en la provincia de Granada. El sindicato CGT ha anunciado la convocatoria de la huelga para los trabajadores de la Unidad de Reparto 4 (UR4) de Granada, con lo que se verán afectados por los parones los códigos postales de la zona norte 18011, 18013 y el barrio del Fargue de la capital granadina y a las localidades de Güevéjar, Cogollos, Nívar y Alfacar. Los trabajadores protestan así por los recortes planteados por Correos, que, según CGT, deteriorarán más aún la situación del servicio público esencial en la provincia de Granada. Frente a los anuncios de reducción de plantilla, la empresa estatal ha iniciado una campaña de nuevas convocatorias de ingreso para personal laboral. Sin embargo, según informa CGT, estos nuevos ingresos corresponden a la tasa de reposición de años pasados, que ni siquiera cubren el 100 % de las plazas que se pierden o hay que sustituir, ya que el sindicato calcula que se llega tan solo hasta el 75%. Las cifras globales estimadas de puestos perdidos ascienden a unos seiscientas anuales. El acumulado de merma en la plantilla de Correos en la última década es del 23 %, debido a jubilaciones y traslados de funcionarios de Correos a otros ministerios, con lo que los anuncios de nuevas incorporaciones son engañosos y no cubren las necesidades, ha asegurado la sección sindical de CGT de Correos en Granada. Para la organización sindical, esta es la primera oleada en la que ya se han «adjudicado» la eliminación de secciones de reparto en varias provincias andaluzas, afectando también a Granada con el recorte de 2 puestos de trabajo estructurales, de un total de 14, que afectará a la calidad del servicio, en concreto en la zona norte de Granada. CGT teme que se trate del comienzo de un ERE encubierto, donde la empresa pública estatal presenta unos informes vacíos de contenido, con datos opacos, engañosos y rebuscados para justificar dicha reestructuración, según ha declarado el sindicato. La huelga convocada «pretende defender el servicio público y el empleo, en concreto en la zona más castigada por la falta de servicios de la capital, que es por donde Correos ha decidido empezar a recortar, según informa CGT. Con estas medidas, Correos se sumaría así a la campaña de otras empresas de recortar en una zona de Granada donde más atención necesita y que se encuentra en expansión en la ciudad», aseguran desde el sindicato. Las informaciones difundidas sobre recortes que afectan al servicio de Correos no son ciertas y por supuesto no hay ningún ERE encubierto. El servicio de Correos en la provincia de Granada se está prestando con total normalidad. La pandemia ha acelerado el descenso del postal con una caída del 35% en 2020 (561 millones de cartas menos que en 2019) y en este contexto, Correos no va a realizar ningún proceso de despidos pero como compañía pública, tiene la obligación de asignar eficientemente sus recursos, tanto humanos, como logísticos y tecnológicos, por lo que lleva a cabo medidas organizativas para adecuar su plantilla y la estructura de sus secciones de reparto al nivel de la producción y actividad real pero manteniendo siempre la calidad del servicio que presta a toda la ciudadanía. Por supuesto, Correos mantiene y garantiza igualmente los compromisos de entrega en los plazos contratados a los ciudadanos y empresas que utilizan sus servicios de distribución de paquetería nacional e internacional en todo el Estado, así como el respeto a las condiciones laborales de su personal. Respuesta de Correos Desde Correso aseguran que «las informaciones difundidas sobre recortes que afectan al servicio de Correos no son ciertas y por supuesto no hay ningún ERE encubierto. El servicio de Correos en la provincia de Granada se está prestando con total normalidad«. «La pandemia ha acelerado el descenso del postal con una caída del 35% en 2020 (561 millones de cartas menos que en 2019) y en este contexto, Correos no va a realizar ningún proceso de despidos pero como compañía pública, tiene la obligación de asignar eficientemente sus recursos, tanto humanos, como logísticos y tecnológicos, por lo que lleva a cabo medidas organizativas para adecuar su plantilla y la estructura de sus secciones de reparto al nivel de la producción y actividad real pero manteniendo siempre la calidad del servicio que presta a toda la ciudadanía. Por supuesto, Correos mantiene y garantiza igualmente los compromisos de entrega en los plazos contratados a los ciudadanos y empresas que utilizan sus servicios de distribución de paquetería nacional e internacional en todo el Estado, así como el respeto a las condiciones laborales de su personal», apuntan en una nota de prensa. Desde Correos aseguran que recientemente ha abierto sus Bolsas de Empleo en Granada y 13.214 personas han solicitado su inscripción para 3.319 plazas para la cobertura temporal de puestos operativos en toda en la provincia.

La COVID-19 dispara la brecha salarial hasta niveles de 2013

La crisis sanitaria y económica del coronavirus ha disparado la brecha en el empleo hasta máximos que no se veían desde la anterior crisis financiera. Las mujeres han sido las grandes perjudicadas por la llegada de la pandemia, que ha disparado la contratación temporal y las reducciones de jornada por los cuidados, cuyas consecuencias inmediatas son una disminución de salario y, por consiguiente, una futura pensión de jubilación menor, así como una merma de las posibilidades de promoción profesional y la dependencia económica de la pareja. Son algunas de las conclusiones de un estudio de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) que, con motivo del Día Internacional de la Igualdad Salarial entre Mujeres y Hombres –el próximo lunes, 22 de febrero-, han constatado la situación de especial vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres debido a la pandemia. Según sus cálculos, el retroceso de la mujer en el mercado laboral en el último año por el efecto directo del coronavirus ha elevado al menos un punto la brecha salarial, volviendo a niveles que no se veían desde el año 2013, en plena recuperación de la crisis financiera. En base a los datos de la estadística ‘Mercado de trabajo y pensiones en las fuentes tributarias’ de la Agencia Tributaria, en 2019 existía una diferencia del 22 % entre el salario medio anual de los hombres (22.875 euros) y el de las mujeres (17.927 euros), una diferencia que se ha elevado al 23 % durante 2020. Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - Laura Baena del Club de Malasmadres: "1 de cada 4 mujeres madres ha renunciado a todo o parte de su trabajo para poder cuidar a sus hijos" - Escuchar ahora “La pandemia de la COVID, además del coste en vidas, sanidad y economía, ha ampliado las desigualdades entre mujeres y hombres: las mujeres se han visto expulsadas del mercado laboral por motivos relacionados con los cuidados, se han disparado los contratos temporales, las jornadas parciales y la precariedad laboral”, asegura a RTVE la secretaria de Igualdad de CSIF, Eva Fernández, quien también apunta que durante este tiempo se ha destruido más empleo femenino y ha aumentado el paro. En la actualidad hay 263.000 más mujeres en paro que hombres, una diferencia de 7,1 puntos, y un mayor número de mujeres acogidas a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE): 382.644 frente a 356.325. “En los matrimonios españoles, por cada cinco hombres en paro hay ocho mujeres”, explica Fernández. Más contratos temporales y parciales En su informe, CSIF recupera datos de la última encuesta de población activa (EPA) para constatar que las mujeres “siguen estando discriminadas en el acceso al empleo” ya que tienen una ocupación un 15,2 % inferior que los hombres, que la brecha de contratación temporal se ha multiplicado por seis en el último año y que hay las mujeres tienen el triple de contratos a tiempo parcial que los hombres. Además, el 94 % de las personas que trabajan a tiempo parcial por cuidado de menores, dependientes u obligaciones familiares son mujeres. Por otra parte, si se observa la distribución por rama de actividad, las mujeres son mayoritarias en tres de las más golpeadas por la crisis en términos de empleo: hostelería, administración y servicios y actividades de los hogares. El sindicato también denuncia la brecha de desigualdad salarial existente en la Administración Pública. “La brecha salarial de género también es una realidad en las Administraciones Públicas, un ámbito que depende directamente de los poderes públicos y que, en teoría, debería ser ejemplar para el conjunto del mercado laboral”, lamenta. “Las mujeres cobran entre 1 y 1,5 euros menos por hora que sus compañeros funcionarios“ Y es que, según CSIF, las mujeres cobran entre 1 y 1,5 euros menos por hora que sus compañeros funcionarios, una circunstancia que podría agravarse con la pandemia ante la mayor incidencia del teletrabajo por cuidado de mayores y menores entre las empleadas públicas. Mientras que por departamentos ministeriales, se sitúan a la cabeza Asuntos Exteriores y Justicia, con una brecha por encima de un 10 %, seguidos de Hacienda e Interior, que están cerca del 9 %. En estos momentos, Fernández asegura que hay "casi el doble de mujeres que hombres" que han solicitado el teletrabajo por medidas de conciliación en la Administración y aunque puede ser positivo, nunca debe suponer la vuelta a casa de las mujeres para encargarse de las tareas del hogar. "El teletrabajo puede facilitar la conciliación siempre que haya corresponsabilidad en el hogar", opina. ¿Puede ser el teletrabajo una trampa para las mujeres? Además, desde CSIF continúan denunciando que aún 10 comunidades autónomas no cuentan con Planes de Igualdad para sus funcionarios: Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Extremadura, Galicia, La Rioja y la Comunidad de Madrid. Por todo ello, Fernández “exige” al Gobierno medidas “urgentes” que reviertan las desigualdades generadas por el coronavirus en el ámbito laboral de las mujeres. “Estamos muy preocupadas por las continuas discusiones sobre temas de igualdad, incluso entre miembros del propio Gobierno. Basta ya”, ha sentenciado. https://www.rtve.es/noticias/20210218/coronavirus-dispara-brecha-salarial-2013/2076689.shtml

Condenan a Correos a indemnizar a una trabajadora a la que saltó en la bolsa de empleo - RRHH Press

Redacción. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha condenado a la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, SAE (Correos) a indemnizar a una cartera de Alicante a la que se saltó en la bolsa de empleo para contratar a otro profesional que no le correspondía el contrato. Según ha informado el Sindicato Solidaridad Postal (SPS), que ha defendido a la trabajadora perjudicada, el TSJCV ha revocado la sentencia del Juzgado de lo Social n.º 4 de Alicante, dictada en junio del año 2017 y que desestimó la demanda contra la empresa y el trabajador favorecido, y reconoce a la demandante el derecho a percibir la cantidad de 51,55 euros de indemnización por cada día que haya estado sin prestar servicios desde el año 2015 Los hechos se remontan a noviembre de 2014, cuando la demandante estaba disponible en la bolsa de empleo de Correos y fue contratada mensualmente para sustituir a un liberado sindical; sin embargo, el día 5 de enero de 2015 fue contratado otro profesional para sustituir al mismo liberado. La trabajadora, afiliada al Sindicato Solidaridad Postal, “se quedó sin contrato en enero de 2015 de manera indebida por estar previamente contratada para sustituir al liberado y estar incluida en la bolsa de contratación con mejor derecho que el candidato al cual se le ofertó la contratación”, explican desde SPS. Este hecho provocó la pérdida de contratos desde 2015 que le pertenecían por su disponibilidad y puntuación en la bolsa, por lo que la demandante solicitó que se le reconociera que tenía derecho al contrato de sustitución del liberado desde el año 2015 y al pago de los salarios perdidos. Correos alegó en su recurso que, previamente a la demandante, se había contratado a otro trabajador en el mes de septiembre de 2014 para la suplencia del mismo liberado, y el derecho a reclamar le correspondía al primer suplente. La sentencia del TSJCV, sin embargo, rechaza estos argumentos y condena a Correos a indemnizar a la trabajadora por los salarios perdidos desde el año 2015, declarando el derecho de la demandante a cubrir la sustitución del liberado sindical. El tribunal considera probado que Correos infringió las bases de la convocatoria y el orden de las bolsas de empleo, que obliga a mantener la contratación con quien este cubriendo la necesidad de suplencia. SPS considera que “el fallo judicial deja en evidencia las irregularidades en la contratación de Correos y el fraccionamiento de contratos para cubrir la misma necesidad, y servirá de precedente para que no vuelvan a repetirse estas graves actuaciones por parte de la empresa pública”.

Cartas y paquetes que llegan dos meses después, la odisea de los vecinos de Guadalix de la Sierra con Correos

Retraso en Correos Los vecinos de Guadalix de la Sierra se movilizan contra los retrasos del servicio de Correos. Los vecinos de Guadalix de la Sierra están hartos de los retrasos en el servicio de Correos. Han pasado dos meses desde las Navidades, y es ahora cuando empiezan a recibir felicitaciones, postales y hasta regalos. La situación ha hastiado a los residentes de este pueblo de Madrid, que han optado por recoger firmas para pedir una solución cuanto antes. "El otro día me llegó una felicitación navideña y tuve que contestar por Whatsapp", relata una vecina a Antena 3 Noticias. Otros habitantes de Guadalix de la Sierra prefieren tomarse la lentitud de las entregas con humor: "Hasta últimos de febrero no he recibido una carta de mi primo, yo no sé si se habrá 'trasconejao' o qué", cuenta una señora. El otro día me llegó una felicitación navideña y tuve que contestar por Whatsapp Pero la opinión en el pueblo es unánime: la correspondencia no llega y si llega, lo hace con mucho retraso. Tanto, que en más de una ocasión ha ralentizado la vida de los vecinos, incapaces de entregar documentos o acudir a citas administrativas porque no los reciben. "El servicio es claramente deficiente, es terrible lo que están sufriendo los vecinos", ha llegado a denunciar el alcalde de la localidad en declaraciones a EFE. Correos asegura que el servicio es normal Guadalix de la Sierra lleva así mucho tiempo, según sus habitantes. Sin embargo, Correos asegura que el servicio de reparto en el pueblo se está prestando con total normalidad. Sin embargo, entre resignación y resignación, los vecinos de Guadalix de la Sierra muestran su comprensión. Creen que, a pesar de que Correos lo desmiente, el retraso puede deberse a una escasez de personal en la zona. "Nos han comentado los propios trabajadores que existe falta de apoyo entre compañeros, causado, probablemente, por la excesiva carga de trabajo y la ineficiencia del regulador del centro", señalan en la petición creada en Change.org. De momento, la iniciativa lleva más de 300 firmas. <1>

Correos asegura que no hay “ningún ERE encubierto” y el servicio se presta “con normalidad” en Granada

GRANADA Correos asegura que no hay “ningún ERE encubierto” y el servicio se presta “con normalidad” en Granada La empresa postal afirma que no va a realizar despidos y que adecuará su plantilla y la estructura de sus secciones de reparto "al nivel de producción y actividad real" oficina de correos Imagen de una oficina de Correos | Foto: Gabinete 02/03/2021 19:01 GranadaDigitalGranadaDigital 0 Tras las informaciones que apuntan a recortes que afectan al servicio de Correos, la empresa postal y de paquetería ha emitido un comunicado en el que asegura que “no son ciertas” y que no hay “ningún ERE encubierto”. “El servicio de Correos en la provincia de Granada se está prestando con total normalidad”, asegura. “La pandemia ha acelerado el descenso del postal con una caída del 35% en 2020 (561 millones de cartas menos que en 2019) y en este contexto, Correos no va a realizar ningún proceso de despidos, pero como compañía pública tiene la obligación de asignar eficientemente sus recursos, tanto humanos, como logísticos y tecnológicos, por lo que lleva a cabo medidas organizativas para adecuar su plantilla y la estructura de sus secciones de reparto al nivel de la producción y actividad real, pero manteniendo siempre la calidad del servicio que presta a toda la ciudadanía. Por supuesto, Correos mantiene y garantiza igualmente los compromisos de entrega en los plazos contratados a los ciudadanos y empresas que utilizan sus servicios de distribución de paquetería nacional e internacional en todo el Estado, así como el respeto a las condiciones laborales de su personal”, indica también en el comunicado. Correos recuerda también que recientemente ha abierto sus Bolsas de Empleo en Granada y 13.214 personas han solicitado su inscripción para 3.319 plazas para la cobertura temporal de puestos operativos en toda en la provincia. La empresa postal y de paquetería indica que apuesta por “el empleo estable y de calidad, así como por el desarrollo profesional de sus empleados y empleadas”. En este sentido, recuerda que el pasado 1 julio se incorporaron 4.005 personas a un puesto fijo, 654 de ellas en Andalucía con 73 para la provincia de Granada. “Actualmente hay abierta una convocatoria para otras 3.421 plazas, 362 de ellas en Andalucía con 50 para la provincia de Granada, y en diciembre se publicaron las bases para desarrollar la incorporación de otros 3.254 puestos en toda España”, añade. “Correos sigue trabajando para ofrecer nuevos productos y servicios, tanto de administraciones públicas como de empresas privadas, y facilitar la vida a los ciudadanos, como el reciente desarrollo del Acuerdo con el Banco de Santander, por el que 154 puntos de atención al ciudadano de Correos en la provincia de Granada (43 oficinas y 111 rurales), ya prestan los servicios de ingreso y retirada de efectivo a través de CorreosCash a los clientes de la entidad. Estos pueden realizar esas operaciones en las oficinas y los carteros pueden entregar dinero en cualquier domicilio. Igualmente, Correos ha iniciado en Andalucía un proyecto piloto por el que carteros y carteras rurales podrán vender en el domicilio sellos, sobres y embalajes para paquetes y se podrá realizar en el mismo domicilio el pago de recibos, la compra de distintivos ambientales de la DGT y otros servicios que se pueden gestionar a través de las dispositivos electrónicos portátiles (PDAs) del personal de reparto”, añade la empresa postal.

Exigen la vacunación de los trabajadores de Correos como colectivo esencial y de alto riesgo

https://www.zamora24horas.com/local/exigen-vacunacion-trabajadores-correos-como-colectivo-esencial-alto-riesgo_12617407_102.html CCOO y UGT, sindicatos mayoritarios en Correos con más del 70% de representación, denuncian que el colectivo de trabajadores/as del servicio postal no está incluido dentro de la estrategia de vacunación contra la COVID-19 del Gobierno, como colectivo prestador de un servicio público esencial. En dicha estrategia se establece el orden en el que los grupos de población podrán acceder a la vacunación, y además se han ido incluyendo los colectivos que también están siendo vacunados al estimar que su actividad laboral es una función esencial para la sociedad. Se incluyen todas las personas con trabajos relacionados con el ámbito sanitario y hospitalario, tengan o no contacto con el público, Residencias y Centros Penitenciarios, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, incluidas las policías autonómicas y locales; el personal de emergencias, bomberos o protección civil, las Fuerzas Armadas y los docentes de infantil, primaria, secundaria y los de educación especial, incluyendo a otros profesionales que atienden al alumnado. CCOO y UGT entienden que es imprescindible hacer un orden de prioridad en el acceso a la vacunación, pero denuncian que el personal de Correos no esté incluido en esa previsión, a pesar de ser mayoritariamente un colectivo laboral que presta un servicio público en contacto directo con la ciudadanía, a la altura de los colectivos mencionados. Con independencia de que el Gobierno deba establecer las prioridades, para estas organizaciones sindicales cabe preguntarse porque para el Gobierno el servicio postal, y sus más de 55.000 trabajadores/as, parecen no ser esenciales para la sociedad. En un tema tan delicado quieren evitar caer en demagogias, porque son muchos los colectivos laborales que con similares argumentos piden al Gobierno -a través de sus patronales- ser los próximos en poder acceder a la vacuna en función de su actividad: trabajadores/as de supermercados, taxistas, camareros, etc. Los trabajadores/as de Correos recoge hoy los frutos envenenados de las acciones de su presidente. Porque cuando lo que se vende durante casi tres años es la transformación de Correos en una eficiente y moderna empresa paquetera “sin nombre”, abandonando la carta, el servicio rural y primando el valor del negocio frente al del servicio público a la ciudadanía, no es de extrañar que el Gobierno y la sociedad, engañado/a por un presidente que utiliza Correos para su proyección personal, nos vean solamente como una empresa paquetera más. La estrategia de desguace y reconversión del modelo de servicio público postal, en el que la filial Correos Express coloniza la empresa matriz derivando actividad, carga de trabajo y empleo para que lo desempeñen trabajadores autónomos, es una responsabilidad directa de Serrano, y como vemos tiene consecuencias que van más allá del plano laboral. CCOO y UGT exigen que, más allá de supuestas cartas al Ministerio, Serrano realice personalmente un posicionamiento público expreso (utilizando ese carísimo altavoz mediático que le sirve para autobombo) en el que pida la inclusión del colectivo de Correos en la estrategia de vacunación de Colectivos Esenciales. Lo son por razones sociales (vertebran territorio y sociedad) y también sanitarias (¿hay más primera línea que decenas de miles de personas contactando con millones de ciudadanos/as a diario?). Sería un primer paso por su parte para poner en valor el servicio público postal, y el trabajo de las más de 55.000 personas que lo realizan todos los días. <1>

martes, 2 de marzo de 2021

Las tres neuronas de un obrero de derechas Causas socioeconómicas y culturales del despropósito

En España es bien conocido el dicho eres más tonto que un obrero de derechas. Un dicho antiguo que muestra lo absurdo y contradictorio que tienen los dos conceptos cuando convergen en una misma persona. Aunque el dicho con los años se ha quedado obsoleto, y ahora un obrero puede ser de derechas y decir convencido que tonto es quien no lo sea también. ¿Qué ha ocurrido en la sociedad española para que se haya producido este cambio en la manera de entender quiénes son «los tuyos»? ¿Son tus iguales los que pasan hambre los mismos días que tú al mes o son los tuyos los que comparten una misma creencia religiosa, aunque después de misa uno vaya al centro social a que le den algo de comer y el otro tenga a la sirvienta esperando con la olla en la mano? Muchos trabajadores de clase media baja, aunque sin darme cuenta empezaré a llamarles/nos pobres, votan a la derecha fervorosamente y defienden su partido como si se lo fueran a quitar, porque para los mayores es la garantía de que nada cambie. Estos trabajadores mayores y de derecha, cuyos padres nacieron durante los peores años del franquismo, solo aprendieron del miedo y la superstición, de agachar la cabeza. A veces el seguir siendo un servicial peón que nunca ha abierto un libro es el mejor y único homenaje que pueden hacer muchos a sus padres desaparecidos. Ahora principalmente me referiré a los jóvenes que se consideran de derechas, pero con extraño orgullo, como si la etapa de rebeldía adolescente se hubiera pervertido intelectualmente, y ahora ese acto de rebeldía se convirtiera en un acto reaccionario gracias a la magia de la ignorancia. Los jóvenes que votan a Vox, partido de ultraderecha catetólico, o que van a votarles, lo adoptan como el acto rebelde más fácil, porque provoca montones de reacciones de la gente a su alrededor con un discurso tranquilo y sosegado, lleno de ansias de poder fascista, pero que habla de términos reconfortantes como familia, seguridad y nacionalismo. Si el cerebro de un obrero de derecha tuviera tres neuronas, cada una de ellas descansaría sobre un pilar que guarda una explicación a tan extraño comportamiento, y sin duda ese primer pilar de tres es el mencionado nacionalismo patrio. Primer pilar: nacionalismo El nacionalismo es un sentimiento peculiar en nuestra nación de naciones. Alguien que en España dice ser nacionalista no deja claro que se refiera al orgullo de ser español y habría que preguntarle dónde vive para entender lo que quiere decir. Es lógico que el ser humano siempre busque grupos a los que pertenecer, es una actitud biológica adaptativa no aprendida, como lógico es también que una sociedad esté orgullosa de quien es, de sus colores, de su historia.... El problema es que el fascismo se adueñó y corrompió esos símbolos de los que sentirse orgulloso en España con normalidad y el hecho de que al franquismo no se le venciera, si no que se le permitió cambiar y pervivir hasta quedar repartido hoy en día entre la monarquía, el PP y VOX, ha hecho que el sentimiento nacionalista no pueda ser compartido con equidad en la sociedad, pero no todos ven las manchas en esos símbolos nacionales y, los jóvenes, que posteriormente dejaron los estudios llamados por la fiebre anterior a la burbuja inmobiliaria, dejaron crecer el sentimiento nacionalista arropados principalmente por las victorias de la selección española de fútbol, que disfrazó la crisis de alegría y es una de las razones del resurgimiento de esas pasiones del pasado. Puede parecer inconexo o absurdo, pero creo honestamente que el sentimiento victorioso de la selección como una alegoría de esa unidad nacional es un claro precedente, y quizás, aunque suene a chiste, la derecha rancia seguiría en su cueva si España hubiera seguido la tradición ancestral de no pasar de cuartos de final, ¿quién sabe? El resultante sentimiento nacionalista es un sin sentido ya que por asociación se identifica con los partidos más conservadores, simplemente por ese uso indiscriminado del símbolo de la bandera, convirtiendo en «nosotros» lo que era un «ellos» del pasado. Por ende, se sentirán del partido político que use los símbolos con los que han convivido mientras crecían, sin atender a razones ideológicas, hasta que se ven envueltos en una espiral de similaridades interpuestas donde el trabajador medio acabará votando a partidos políticos que tienen dirigentes a los que les da asco ese trabajador. Porque los ricos de empresa y herencia, los ricos de familias enriquecidas después del 36, esos ricos tan habituales guardan con celo sus fronteras mentales y jamás tratarán como igual a ese obrero a pesar de que besen la misma bandera o recen al mismo santo, ni siquiera cuando acaben aplaudiendo los mismos recortes de derechos; porque a pesar de que solo de ellos los sufrirá, este lo hará cristianamente. Catolicismo Claro está, ese nacionalismo va unido siempre y de forma inseparable a la religión católica. El franquismo, por la misma razón que pervirtió la bandera, pervirtió tambien la Iglesia, no la religión, sino la creencia ideológica que emanaba de las iglesias y convertía en enemigos de Cristo, no sólo de España, a todo el que fuera de izquierdas. Aún se asocia, porque no se defiende la religión o la libertad de culto; los trabajadores de clase media, los pobres, que son en gran parte católicos, defienden las estructuras de la Iglesia porque constituyen un símbolo de ese nacionalcatolicismo que se obvia hoy en día y se disuelve en el relativismo de parloteo y tertulia televisiva, sin importarles que los obispos de las ciudades más importantes justifiquen la pederastia diciendo que los niños se lo buscan, digan directamente que la mujer es una puta si aborta y que el hombre tras ese aborto tiene derecho incluso a violarlas, o hablen con asco de la homosexualidad en uno de los primeros países del mundo donde fue legar casarse entre personas del mismo sexo; esto son cosas que han dicho obispos, incluso cuando retransmitían en directo para la televisión pública, que pagamos todos, y a nadie parece importar que estos discursos fascistas, machistas y homófobos sean raíces profundas en la identidad de esta Iglesia, porque la imposición de la religión como parte del sentir nacional durante el franquismo ha hecho que los españoles de clase media no tengan otra manera de canalizar su espiritualidad que a través de la Iglesia S.A. Se acepta que la naturaleza lógica del español es ser católico, igual que se admite como natural que el ser humano se desarrolle dentro del capitalismo, como algo biológico y génetico, como lo es para un león vivir en la sabana africana. Segundo pilar: conciencia de clase y darwinismo social Sin más dilación demos paso al siguiente pilar donde se sostiene la segunda neurona de tres que tiene el cerebro de un obrero de derechas. Ese pilar es «conciencia de clase y darwinismo social». El darwinismo social es un concepto sin el cual el capitalismo no podría ser ni entendido, ni llevado a cabo. Sugiere que las sociedades están distribuídas por clases económicas según las personas estén mejor o peor adaptadas, es decir, se impone una jerarquía ideológica que la gente peor parada llega a tomar como una consecuencia de sus genes menos válidos. La supervivencia del más fuerte, del mejor y más preparado, enlazando con la meritocracia cuando llega a la política, admitiendo casi que los gobernantes son la élite biológico-social y no meros servidores públicos enriquecidos. Esta jerarquía social pone otra semilla del darwinismo llevado a los sistemas capitalistas (pobre Darwin, si viera con qué lo comparan) y es que hace a los que están más abajo en esa jerarquía perder la conciencia de la clase a la que pertenecen y olviden qué lugar ocupan en el tablero, convirtiéndose en peones del contrincante. Los ricos están cómodos con otros ricos alrededor, los pobres no están cómodos ni entre ricos ni entre pobres, porque les han impuesto un sueño y una mentira contradictoria, y aquí está la gran trampa del capitalismo, la letra pequeña. Hay cierta movilidad entre clases, y alguien que nace pobre, sin ningún tipo de herencia, puede que muera rico, triunfe en el mundo empresarial. Entonces los que eran sus iguales creen que su situación puede cambiar porque las circunstancias eran las mismas para todos. Nos bombardean con el pasado humilde de algunos grandes empresarios para meternos la idea de que para ser como él solo hay que ser mejor que el resto, solamente ser mejor, que el capitalismo, arropado con democracias débiles, ya se encarga de distribuir iguales oportunidades a todos, la gran mentira. Todo esto va haciendo que los pobres no sientan empatía por sus iguales, y prefieran perseguir cualquier sueño económico antes que luchar por algún derecho arrebatado. Se pierde la conciencia de clase cuando se oculta la verdad de que la prosperidad económica entendida como una versión peninsular del sueño americano solo se basa en el azar, y ese azar crea las esperanzas para que cualquier pobre crea posible que un día cualquiera yendo a pedir una ayuda económica familiar, su vida cambie, dejando su hambre de mañana pospuesta al menos hasta la siguiente semana. Al no tener conciencia de clase y creerse un rico en potencia, votará a la derecha en consecuencia a su sueño ibérico-americano que le colma de promesas sobre su prosperidad individual y excluyente. Triunfar en la vida deja de ser que la gente a tu alrededor te quiera y tengas el estómago lleno, ahora triunfar es la esperanza de poder llegar a mirar a la gente que tienes a tu alrededor desde arriba algún dia. Tercer pilar: la educación y la historia El tercer pilar sobre el que descansa la tercera y última neurona de un obrero de derecha es la educación y la historia. La derecha, seamos honestos, es falta de empatía y soberbia económica. La gente de derechas siempre ha sido gente con el suficiente capital como para poder considerarse mejor que el resto, pero ocurre que hoy hasta el que no tiene donde caerse muerto aplaude las decisiones más arbitrarias de la derecha más arbitraria, solo porque estos siguen hablando de banderas y del papa Francisco. Se podría esperar un poco de reflexión cuando es tu propio trabajo el que está siendo pisoteado y cuando son tus servicios públicos los que son vendidos en tu propio detrimento social, pero no es así, no existe en muchos casos (que no se entienda como que generalizo cuando me refiero a un grupo) la capacidad misma de ponerse a reflexionar o a entender las políticas ideológicas detrás de unas u otras siglas. Muchos de estos trabajadores, de los que hablaba en la introducción, que votan a la derecha, no habían cumplido la mayoría de edad cuando dejaron sus estudios para empezar a trabajar en la construcción en pleno boom inmobiliario. De repente, pasaron de estudiar historia, filosofía, matemáticas, biología, para empezar a mover los trámites hipotecarios para entrar a pagar una casa, un coche, una moto... Pero que dejaran los estudios no es detonante, es un conjunto de circunstancias que convergieron. Fue el miedo que empezaron a meter desde ciertos partidos políticos a la catástrofe, a la responsabilidad extranjerista. Fue que a la vez que empezaban los primeros síntomas de la crisis, España empezó a ganar títulos con la selección de fútbol, y la televisión y las redes sociales implementaron ese nacionalismo, ese orgullo frente al mundo, para convertirlo en un eco del pasado oscuro, un renovado vivan las caenas. Pero voy a hacer crítica a la izquierda, se me acaba de ocurrir, en lugar de seguir hablando y llegar al punto en que digo que la educación en valores en las familias tradicionales trabajadoras está muchas veces a cargo de los abuelos, los más mayores, pero hay que tener en cuenta que durante el franquismo en los pueblos fusilaron a todos los sospechosos ser de izquierda y, por supuesto, a todos los intelectuales, ahí lo dejo; tampoco voy a llegar a contar entonces que yo en primaria escuché ciertos destellos de algo que era la etapa franquista, y en la secundaria estudié el régimen de Franco, pero pasó el bachillerato y nunca estudié la Dictadura de Franco, con letras grandes... y volviendo a esa crítica espontánea y fuera de los parámetros de los que iba a ser el artículo... La izquierda siempre ha tenido un halo intelectual, lo que pasa es que un obrero de hace cien años tenía conciencia de clase, primero, pero también conocimiento e interés político, mucho más que uno actual. Así que la izquierda debe cambiar el tipo de discurso, y en estética no ha cambiado en 100 años, pero los que deben escuchar el mensaje sí que lo han hecho y a peor. Por ejemplo, la izquierda surgida después del 15M, Podemos en sus inicios, no supieron conectar con este casi estamento de personas trabajadoras que buscaba una guía y una luz política, y se encontró intelectualidad. No es que de por sí sea algo negativo, por supuesto, pero la gente llana actual, obviando solo por un segundo las cloacas del Estado distribuyendo noticas falsas, no entendió el mensaje cuando iba dirigido a ellos. Se podían leer mensajes en Twitter de sus dirigentes hablando del núcleo irradiador y de conceptos políticos que a nivel académico o político interno son interesantes para poner sobre la mesa y explicar o solucionar una situación, pero que un trabajador cuando llega de su jornada, se sienta tranquilo, come, y se relaja viendo la tele o en las redes, no quiere que haya un profesor universitario mostrando sus dotes intelectuales y haciéndole sentir que jamás le va a entender, sino que quiere eso, a un igual, o que al menos hable como uno a veces, o acabarán votando al partido tradicional de derecha, el PP, para luego pasar al que tenga el discurso más simple todavía y ese es, por supuesto, el fascismo temerario de Vox, que está absorbiendo a Ciudadanos por el camino. La cuarta neurona Así que quizás hay una cuarta neurona que no había descubierto hasta que no he empezado a escribir sobre las otras tres, y esa cuarta neurona es una neurona madre, de esas que descubrieron los científicos hace una década, y que contradijo la creencia de que en el cerebro no nacen neuronas, pues sí que nacen neuronas nuevas y esta cuarta neurona del trabajador de clase media que vota a la derecha es, en realidad, de este tipo, madre de neuronas, capaz de llenar todo un cerebro de sentido y coherencia, pero la neurona está hibernando, y en este país se sabe que siempre estamos entre dos opciones. Así que acabará despertando y pariendo neuronas nuevas, o acabará siendo vestigial si no tiene pilar sobre que el que sostenerse, hasta acabar desapareciendo y creando una nueva etapa oscura de orgullosos ignorantes supersticiosos en este país. A veces se dan estas situaciones en los pueblos en que amigos de toda la vida son de una ideología u otra y no pasa nada a nivel de convivencia o amistad real, incluso surgen amores entre ideologías distintas. Recuerdo una vez, y termino dejando esta reflexión en el aire, que estaba viendo una película con unos amigos, uno de derecha, otro de izquierda, y otro agnóstico ideológico, los cuatro pobres de familias pobres, aunque se dice de clase media, o humilde, que le da un toque más literario. Era una película en la que salían samuráis, estos guerreros japoneses legendarios. En un momento de la película, un samurái queda muy mal herido y antes de que los adversarios vuelvan para arrasar el poblado y matarlos a todos, el guerrero coge su espada y, en la calma de la noche, mientras se avecina la tormenta, la clava en su propio estómago muriendo a los segundos. Mi amigo pobre que vota a la derecha comentó: «¡Qué cobarde! ¡Nunca he entendido eso del harakiri». A lo que mi amigo agnóstico ideológico le respondió más o menos con estas palabras: «¿Precisamente tú? ¿No? ¿En serio?». <1> https://wsimag.com/es/economia-y-politica/58410-las-tres-neuronas-de-un-obrero-de-derechas