¡Basta
de despilfarro! ¡Decidamos entre tod@s!
Han transcurrido 8 años
desde que se iniciaran las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV). En este
tiempo hemos podido constatar el derrumbe de un mito. En estos últimos 8 años se
ha demostrado la inviabilidad del TAV y su nulo beneficio social. El fracaso de
un proyecto que dilapida millones, obliga a recortar partidas destinadas a la
necesidades sociales básicas y está originando importantes daños a nivel
social, económico y ambiental.
Quienes intentan imponer
este proyecto no dicen cuánto han gastado hasta ahora, ni saben cuánto más van
a tener que gastar, ni cuándo van a terminar las obras. Cada vez más incógnitas
acerca de la mayor inversión jamás realizada en Euskal Herria que, pese a la
tozudez de sus impulsores, se ha quedado sin conexión a París y a Madrid y
cuyos tiempos previstos para unir Bilbo, Gasteiz y Donostia van aumentando
hasta hacerlos prácticamente iguales a los del coche o autobús. Igualmente
absurdo resulta el TAV en Nafarroa, de ningún sitio a ninguna parte, sin
conexiones con la CAV ni con Aragón.
La realidad se ha
impuesto a un proyecto que se nos ha presentado como estratégico. El gran
impulso económico que las obras traerían, según sus promotores, no se ha podido
percibir más allá de los bolsillos de las grandes constructoras que siempre han
ido de la mano de los partidos políticos de allí y de aquí, tal y como
demuestran los cada vez más numerosos casos de corrupción. La precariedad y
siniestralidad laboral se han cebado en los trabajadores de la obra del TAV,
gran parte de ellos subcontratados en condiciones laborales y de seguridad
pésimas que ya se han cobrado 7 vidas.
Los responsables de este
despilfarro, PNV, UPN-PP y PSE-PSN-PSOE no tienen ningún reparo para destinar,
año tras año, gran parte de los presupuestos que manejan a esta obra. Saben que
dicho dinero tienen que pedirlo prestado y endeudan cada vez más a sus
respectivos gobiernos. Sin embargo, aseguran que no llega para servicios
sociales y otros sectores de actividad económica o cultural.
Esta política está
teniendo consecuencias muy graves, y lo serán más aún si no detenemos esta
locura: cuanto más tardemos en detener el proyecto, la catástrofe ecológica
será mayor, y mayores serán las pérdidas económicas y las consecuencias
sociales. Estas tendrán que asumirlas también nuestros hijos e hijas, sin poder
utilizar el TAV, ya que el precio que tendrán que poner a los billetes para
pagar su mantenimiento será inasumible para la gran mayoría de la población. Sirva
de muestra el servicio de AVE que une Barcelona y París, recién declarado en
quiebra por no llegar ni de lejos al número de viajeros previsto.
Ante esta grave
situación, las personas y colectivos que firmamos el presente manifiesto exigimos:
1.- Que se paralicen
inmediatamente las obras del TAV.
2.- Que se destinen las
partidas presupuestarias dirigidas a este fastuoso proyecto a las necesidades
más acuciantes que en este momento tiene nuestra sociedad: sanidad, educación,
vivienda, servicios sociales... ni un euro más para el TAV!
3.- Que se abra un
debate técnico, social y político a la vez que un proceso participativo de
información y decisión popular sobre esta infraestructura, para poder decidir
qué hacer de cara al futuro..
Así mismo, hacemos un
llamamiento a todas las personas y colectivos para que se sumen a la
manifestación nacional que, con este mismo objetivo, haremos en Donostia el
próximo 13 de junio.
CONVOCATORIAS:
30 de MAYO: MENDI MARTXA
a las 10h en ATXONDO y acto a las 17h
13 de JUNIO:
MANIFESTACION nacional en DONOSTIA a las 17’30h desde Alderdi Eder
RECOGIDA DE
AHESIONES AL MANIFIESTO. Los apoyos deben enviarse a:
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