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"...Absurdo suponer que el paraíso
Es sólo la igualdad las buenas leyes
El sueño se hace a mano y sin permiso
Arando el porvenir con viejos bueyes..."

(Silvio Rodríguez)

"La solidaridad es la ternura de los pueblos"

(Gioconda Belli)




miércoles, 11 de mayo de 2022

«Bajar la basura y no subir por el ascensor» o «puto vago»: así tratan algunos clientes a los riders

Correos, arma arrojadiza

Correos, arma arrojadiza

Por Ricardo Mallada, Secretario General de CGT Correos

Correos, la empresa pública postal, ha vuelto a saltar a los titulares en las últimas semanas. El nombre de Correos fue el eje de uno de los momentos más comentados del último Congreso Extraordinario del Partido Popular. Fue en el discurso de nombramiento de Alberto Núñez Feijóo, en el que hacía gala de su brillante gestión durante su paso por la presidencia de Correos. Poco importa lo que opinemos los trabajadores y trabajadoras de esta casa, que hemos visto cómo gracias a Feijoo y a los que le siguieron, Correos, la mayor empresa pública de España, se encuentra en la situación lamentable en la que está.

Correos, la empresa pública postal, ha vuelto a saltar a los titulares en las últimas semanas. El nombre de Correos fue el eje de uno de los momentos más comentados del último Congreso Extraordinario del Partido Popular. Fue en el discurso de nombramiento de Alberto Núñez Feijóo, en el que hacía gala de su brillante gestión durante su paso por la presidencia de Correos. Poco importa lo que opinemos los trabajadores y trabajadoras de esta casa, que hemos visto cómo gracias a Feijoo y a los que le siguieron, Correos, la mayor empresa pública de España, se encuentra en la situación lamentable en la que está.

Correos ha llegado a una situación límite. La plantilla se ha reducido de 67.000 trabajadores en 2008 a menos de 50.000 en 2020. Las convocatorias de consolidación de empleo que se han anunciado a bombo y platillo en los últimos años, no han conseguido frenar la sangría de destrucción de empleo, pues éstas ni siquiera han llegado a cubrir las bajas por jubilación. Esto es, en parte, origen del grave retroceso en las condiciones laborales que venimos sufriéndola plantilla postal; presiones de las jefaturas, aumento de las zonas de reparto, sobrecargas de trabajo, denegación constante de permisos y trabas en la adjudicación de las vacaciones. Todo esto, unido a la situación incierta que percibimos ha derivado en el deterioro constante del ambiente laboral.

Averiguar cómo hemos llegado a esta situación crítica simplemente requiere de buena memoria. A principios de 2000 Alberto Núñez Feijóo fue designado presidente de Correos. Según él mismo relataba en el reciente Congreso Extraordinario de Sevilla del Partido Popular, se presentó en su despacho Regino Martín, por aquel entonces Secretario General de CCOO de Correos, y le propuso un pacto para transformar el operador postal, hasta ese momento Organismo Autónomo perteneciente a la Administración Pública, en una Sociedad Anónima que trabajara como una empresa mercantil privada, cuyo personal funcionario resultase a extinguir, y donde el nuevo personal sería laboral y se introducirían los salarios variables y con complementos de productividad.

A cambio de facilitar este hachazo a las condiciones de los trabajadores, CCOO y UGT conseguían una cuota de poder que les garantizaba cierta preeminencia en las decisiones y en las elecciones de la empresa. Gracias a este juego en las altas esferas -y a la permisividad de los trabajadores, que seguimos votando mayoritariamente a estos sindicatos-, hemos venido sufriendo una serie de agresiones, cada vez de mayor nivel, primero eliminando la fijeza en el puesto, luego permitiendo la flexibilización de nuestras condiciones de trabajo, etc.

Mientras tanto la razón de ser de Correos, el Servicio Postal Universal, es el gran damnificado. Hemos pasado de tener un servicio postal que suscitaba la aprobación mayoritaria por parte de la ciudadanía con una de las mayores aprobaciones por parte de la ciudadanía a incumplir reiteradamente las condiciones del servicio público, como así recogen los dictámenes de la CNMC (Comisión Nacional del Mercado y la Competencia), cuyos estudios reflejan un incremento exponencial en el número de reclamaciones año tras año, sin contar las que no se tramitan por escrito y que no
pasan de ser quejas en el mostrador de la oficina de Correos.

Ahora asistimos a la convocatoria de una huelga general en Correos por parte de los dos sindicatos cómplices del desguace de las condiciones laborales de la plantilla y del Servicio Público. Parece que con la entrada de la nueva dirección, encabezada por Juan Manuel Serrano (hombre de confianza del actual presidente del gobierno) se acabó el amor, como reza la canción. El fin de este idilio viene precedido por el cese de numerosos cargos directivos afines a esas organizaciones sindicales a través de los que controlaban cuantiosos resortes y recursos de la empresa pública.

Leemos los comunicados de estas organizaciones y asistimos atónitos a un enfrentamiento personal con el presidente de Correos. Como si cambiar a Serrano por otro presidente fuese a solucionar el problema.

Desde CGT entendemos que el problema no es sólo el actor, sino el guión; un guión dramático que versa sobre cómo colapsar un servicio público y de calidad en 20 años; sobre cómo hundir la mayor empresa pública de este país.

Pero no podemos atribuirle ese mérito al actual presidente. Desde luego, no sólo a él.

Desde CGT entendemos que debe darse un giro radical en este guión para tratar de cambiar la realidad postal. Ahora que la ciudadanía exige unos servicios públicos dignos en todo el territorio nacional, Correos debe prestarlos. Se están escuchando constantemente las reivindicaciones de la España vaciada; contar con los pueblos, evitar la deslocalización. CGT ha propuesto numerosas veces la creación de una Banca Pública Postal, accesible en todo el país y para todos los usuarios, teniendo en cuenta que en más del 54% de los municipios de España no existe oficina bancaria. Y no sería una rareza en Europa, donde tenemos el ejemplo de Italia o Portugal. Podríamos seguir con numerosos servicios a prestar por Correos como por ejemplo ser el vínculo de transmisión con la Administración, evitando con ello el desplazamiento al Ayuntamiento u oficina correspondiente, lo que sería una ayuda clara para las personas mayores o con dificultad de desplazamiento.

En suma, Correos está en una delicada situación, en un punto del camino en que puede despeñarse y acabar convertida en una empresa de paquetería al uso sin ningún tipo de interés como servicio a la ciudadanía o, como apostamos desde CGT, tomar un nuevo rumbo con la inclusión de funciones que perpetúen la vocación de servicio público por la que los carteros y carteras seguimos esforzándonos día tras día.

https://kaosenlared.net/correos-arma-arrojadiza/?fbclid=IwAR00obgz4UfJEbbumHOGRWveZxQVaWkiTrk4FA6R0n12ffCe2G5syNabkvs

Correos se verá las caras con Unipost en junio por una demanda de 310 millones de euros

Correos se verá las caras con Unipost en junio por una demanda de 310 millones de euros

Correos se verá las caras con Unipost en junio por una demanda de 310 millones de euros

Buzón de Correos, en una imagen de archivo. |AGENCIAS

Correos tendrá que verse las caras con los representantes de Unipost en una vista que se presume definitiva tras la demanda del operador postal presentada contra la empresa pública hace dos años. El administrador concursal de la compañía -que quebró en 2017- presentó una demanda civil culpando a la estatal de su cierre por un presunto incumplimiento de las normas de competencia. 

Según ha podido confirmar THE OBJECTIVEla vista se producirá el próximo 14 y 15 de junio en el juzgado 7 de lo Mercantil de Barcelona, por lo que el fallo definitivo de la demanda podría conocerse durante el tercer trimestre de este año. Unipost solicita 310 millones de euros de indemnización a Correos, un verdadero palo financiero que -de confirmarse- impactaría durante en las cuentas de este año de la empresa pública. 

En 2020, Unipost -fundada por la familia catalana Raventós- denunció que Correos vulneró durante quince años (desde 2004 a 2018) el marco vigente aplicable al sector postal tradicional español y que en la práctica les expulsó del mercado con maniobras, a su juicio, fuera de la legalidad.

Fundamentos de la demanda 

La demanda sostiene que la agresiva estrategia de precios de Correos minó la capacidad de Unipost para llevar a cabo su negocio de forma justa y competitiva, de forma que «buscó eliminar a Unipost del mercado, perjudicando de manera irreversible la liberalización del sector postal».

Unipost sostiene que Correos mantuvo su posición dominante en el mercado con una cuota media de más del 90% en los mercados más relevantes, «mediante abusos anticompetitivos», y que ello llevó a Unipost a declararse en quiebra y a ir a liquidación. En julio de 2017 la compañía solicitó el concurso de acreedores tras acumular deudas de 50 millones de euros, registrar pérdidas desde 2011 y dejar en la calle a 2.400 personas.

La demanda, puesta en marcha por la administración concursal de Fieldfisher Jausas, reclama una indemnización de 162 millones por el negocio perdido de forma presuntamente ilegal durante quince años a causa de las prácticas anticompetitivas de Correos, o lucro cesante; y otros 135 millones por el daño emergente resultante del concurso y la liquidación de Unipost, así como otros 3,5 millones por los daños derivados de la negativa de Correos de dar acceso a la red postal.

Multa de la CNMC

En este contexto, la situación ha empeorado para Correos desde que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) le impusiese una multa de 32,6 millones de euros por ofrecer descuentos «anticompetitivos» a grandes clientes empresariales. Se refieren a clientes que remiten envíos masivos, principalmente empresas de servicios bancarios y de seguros, comercializadoras de luz, agua, gas o telefonía, así como centros comerciales o supermercados.

Según Competencia, la conducta sancionada consistía en la aplicación de un sistema de descuentos ‘exclusionarios’ que, incentivando la fidelización de los grandes clientes empresariales, habría excluido o impedido la entrada al mercado de otros competidores de Correos, al menos desde el año 2015 hasta el año 2019.

Competencia explica en su resolución que se trata de un «abuso de posición de dominio», prohibido por la Ley de Defensa de la Competencia y el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, en el mercado de los servicios postales tradicionales. Precisamente el mismo argumento que Unipost ha esgrimido durante todo el juicio contra la empresa pública. 

Asesores legales

De hecho, las fuentes consultadas indican que, hasta antes de este fallo, la posibilidad de Unipost de ganar la demanda era escasa, pero que tras la multa de la CNMC se ha conseguido el aval necesario para justificar su demanda. Si Correos pierde la demanda deberá provisionar en sus cuentas buena parte de estos 300 millones de euros, con el consiguiente perjuicio en sus resultados de este 2022, que con toda seguridad se irían nuevamente a pérdidas. 

La demanda ha sido promovida por el despacho Jausas -que tiene asignada la gestión del concurso de acreedores de Unipost – y que llevan los abogados Íñigo Igartua, de Gómez Acebo & Pombo, y Juan Piqueras, de AGP Asesores. Este último tiene una larga trayectoria en litigios que vulneraban la competencia en el sector postal y de transportes y se ha especializado en luchar judicialmente contra Correos, ganándole sonadas demandas. Por su parte, Correos ha recurrido a los servicios de Garrigues.

Sin embargo, Correos y Unipost no son los únicos en discordia. Según desveló La Información, el pasado mes de mayo el juez que instruye la causa aceptó la solicitud de los representantes legales de los exdirigentes de la compañía y fundadores, Pablo Raventós y Antón Raventós personarse en el caso apelando al interés directo y legítimo en el resultado del pleito.

Familia Raventós

Una resolución amparada por el artículo 13 de la Ley de Enjuiciamiento Civil y que permite incorporarse como demandantes o demandados a nuevos actores implicados en una causa judicial siempre que el proceso aún se encuentre pendiente. 

La familia Raventós es uno de los miembros de la burguesía catalana con más solera de Barcelona. Dueños de las históricas bodegas Codorniú, el negocio postal fue uno de sus más importantes ingresos hasta que quebraron en 2017. Una época en la que también coquetearon con el independentismo. 

Durante el 1-O, Unipost fue la empresa postal encargada de la consulta independentista y, de hecho, se incautaron 45.000 notificaciones para cubrir las mesas electorales del 1 de octubre. Por esas fechas también fueron detenidos los dueños de la compañía por su implicación directa en el procés.

https://theobjective.com/economia/2022-05-11/correos-unipost-demanda/?fbclid=IwAR3d85nvTSjacE6n9_yVNa3xKrO8o1uU4DoiPNVH4RUmQQGVAPnHENJRodA

lunes, 21 de marzo de 2022

ASAMBLEA GENERAL DE TRABAJADOR@S GIPUZKOA

 El pasado 1 de marzo  se realizó una asamblea en el centro de reparto de Tejería Donostia con el objeto de valorar la situación actual en correos. Si la empresa esta cumpliendo con lo prometido a la plantilla de trabajadores de todo el estado el 28 de Diciembre. 

A pesar de que la empresa se comprometió, entre otras cosas a: “Interrumpir la implantación del Modelo piloto en todas Unidades de Reparto”, “devolver el mobiliario” “mantener en concepto cartero/sección” y a “negociar el modelo de carteria y convenio”, de momento y por la escasa información que nos llega se constata:

1.-La empresa sigue con el vaciado escalonado de las UR. Tanto es así que, a día de hoy, hay compañer@s en el estado que se están movilizando (paros y huelgas) porque se ven obligad@s a trabajar en el suelo (sin mesas, sin sillas, nos quieren de rodillas). En la reunión celebrada en Madrid el pasado 15 de febrero el sindicato CGT se levanto de la mesa de negociación debido a la nula intención de la empresa por negociar.

2.-Abandono del SPU en favor de la paquetería. Centros de tratamiento Automatizado de Cartas (Burgos, jundiz, Merida, Lavacoya) los están reconvirtiendo en centros “Nodales” pensados para la clasificación de la paquetería, cuyo reparto la empresa CEX , a día de hoy, esta subcontratando con otras empresas. La clasificación automatizada de las cartas, que suponían hasta hace poco el 70% de los ingresos de correos, se esta derivando a otros centros mas de alejados de sus destinos con la consiguiente pérdida de fechas y de calidad del servicio.  

2.-Recargos permanentes-Consolidación de empleo insuficiente.La última consolidación de empleo, tampoco ha hecho que mejore la situación de recargos permanentes que veníamos sufriendo, ni reducido demasiado la eventualidad del 30%. Todo lo contrario, seguimos con mas recargos permanentes en todos los distritos e incluso se ha suspendido la contratación que estaba prevista.

3.-El desvío de la paquetería a la  competencia desleal interna (CEX) y el abandono del reparto de cartas en favor de las “paralelas” nos hace pensar que, en breve, nos encontraremos  con una nueva reestructuración. Esta falta de trabajo deliberada será la excusa para eliminar las secciones. Recordar que el principal objetivo del nuevo modelo de carterias era cargarse de un plumazo un 20% de las secciones de reparto. 

4.- Movilidad total. Se está atentando contra la estabilidad que supone para el trabajad@r el estar adscrito, por concurso de méritos, a la localidad, turno, distrito y sección. Nos quieren “desarraigad@s” para y así tener “barra libre” para movernos donde quieran y ahorrarse miserablemente unos cuantos contratos. Recordar que este tipo de organización no es recomendable ni desde el punto de vista de la salud del trabajad@r, ni, mucho menos, desde el cumplimiento del servicio.

5.-Falta de información, negociación, . Este nuevo “expolio” de lo que es un servio público (CORREOS) en favor de una empresa privada (CEX) se esta realizando con “nocturnidad”, sin la preceptiva información y negociación con los representantes de los trabajador@s y engañando a la opinión pública con costosas campañas de imagen.

6.-Unidad de acción. Aunque parece ser que hay unanimidad entre todos  los trabajador@s y delegad@s en cuanto a la gravedad de la situación, esta no se está traduciendo, hasta la fecha, en una unidad de acción de tod@s en defensa de los derechos de los trabajador@s y de los usuari@s del servicio público.

CONCLUSION

el acuerdo del 28 Diciembre 2021 no ha sido más que una artimaña con la que  “ganar tiempo” y “parar” la movilización que se estaba fraguando en todas  las provincias del estado. Nos encontramos en un momento crucial para los trabajador@s y la unidad de todos es esencial para no perder nuestros derechos laborales posibles gracias a nuestra condición de empleados públicos dentro de la empresa Estatal. 

Tenemos que impedir que esta empresa publica abandone el objeto principal para el que fue creado (la prestación de un servicio público) para meterse de lleno en el negocio, altamente competitivo y precarizado de la paquetería, en el que acabaremos convertidos en Riders.  

ACUERDOS

1.-Celebración de la primera  Asamblea General de trabajadores de Correos en Gipuzkoa.

2.-Martes 29 Marzo 2022 a las 17:30  Casa de Cultura de Eguia (Baztan Hiribidea 21 20012 Donostia, aforo máximo 20 personas) reunión con representación de  centros de trabajo de la provincia con el objeto de preparar  los contenidos a debatir y votar  en la Asamblea General.


sábado, 5 de febrero de 2022

Cartas con origen y destino en Galicia se clasificarán en Valladolid antes de su reparto

 El centro de tratamiento de Correos de Lavacolla en Santiago

El centro de tratamiento de Correos de Lavacolla en Santiago XOÁN A. SOLER

Los sindicatos hablan de «desguace» del centro de tratamiento de Lavacolla en Santiago

04 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

«Una carta de Padrón a Santiago se trabajaba hasta el momento en el Centro de Tratamiento Automatizado (CTA) de Correos en Lavacolla, y al día siguiente estaba en Santiago lista para el reparto. Tras esta operación tardará una media de cuatro días: de Lavacolla irá a Valladolid, se trabajará y volverá a Lavacolla para enviarla a Santiago, que es su destino». Es el ejemplo que pone Elvira Maceiras, secretaria regional de UGT Postal, de lo que sucederá con cartas con origen y destino en Galicia al concluir esa «operación» de la que habla: el desmantelamiento de una máquina clasificadora de correo en Lavacolla, que derivará buena parte de trabajo a la capital castellana. Tanto UGT como CC.OO. rechazan rotundamente lo que consideran «el desguace del CTA de Santiago, pues eso es sinónimo de un desguace del servicio postal en Galicia», indican.

Ese desmantelamiento, añaden fuentes sindicales, comenzó en marzo del pasado año, cuando se llevaron del centro tres de las cinco máquinas clasificadoras de correo. El pasado día 1 tocaba desmontar la cuarta, aunque por cuestiones logísticas su funcionamiento se vio prolongado unos días. Pero el CTA de Santiago se quedará con una única máquina, que según las mismas fuentes es posible que evite que cartas de particulares hagan el viaje de ida y vuelta a Valladolid, ya que al depositarse en buzones podrían seguir procesándose en Santiago. «Pero si es un envío masivo, como el que puede efectuar un ayuntamiento, irá a Valladolid», aseguran, aunque su distribución final sea en misma localidad de origen.

Maceiras cree que además de consecuencias laborales, por pérdida de puestos de trabajo, «a nivel de servicio público se va a reflejar en la pérdida de calidad del tratamiento postal».

Refuerzo en paquetería

Desde Correos señalan que los cambios se deben a medidas organizativas internas, que buscan mejorar la eficiencia y calidad del servicio, sin afectar a las condiciones laborales de los empleados de la compañía «y sin realizar despidos». Aseguran que la modernización de la red logística es necesaria para garantizar la calidad del servicio y la estabilidad del empleo, indicando que el proceso viene marcado por una acelerada caída de la actividad postal: en el 2020 hubo 500 millones de envíos menos que en el 2019, y en el 2021 bajaron 212 millones sobre el ejercicio precedente. Correos asegura que pudo hacer frente a esa caída, agravada por la crisis sanitaria, por la adecuación de la estructura logística y de distribución para ser más eficientes, sin merma de la calidad.

Confirma que el CTA de Santiago mantendrá una máquina de clasificación de correo normalizado «que continúa trabajando parte de esta correspondencia». El gran cambio que anuncia Correos es la mejora de la adaptación del centro para orientarlo a la consolidación de la paquetería. Explica que está «prevista la instalación de una máquina de paquetería que doblará la capacidad de clasificación actual. Si se cumplen las previsiones, dicha instalación se realizará para el último trimestre del año, lo que potenciará nuestra capacidad para afrontar la campaña de paquetería». Garantizando, insisten, la calidad del servicio.




miércoles, 2 de febrero de 2022

Correos ‘omite’ la obligación de entregar en domicilio las cartas voluminosas

 Correos está registrando quejas en las últimas semanas por la entrega de las cartas voluminosas, que en algunos casos están siendo avisadas directamente para la recogida en oficina pese a que deberían ser entregadas en el buzón. Según ha podido comprobar este periódico, el proceso interno de trabajo no es claro y deja al criterio de los empleados la entrega en domicilio de este tipo de cartas, pese a lo que marca la ley del Servicio Postal Universal (SPU).

Esta ley regula el conjunto de servicios postales cuya prestación garantiza el Estado de forma permanente en todo el territorio nacional y a precio asequible para todos los usuarios. En concreto, el SPU incluye las actividades de recogida, admisión, clasificación, transporte, distribución y entrega de envíos postales nacionales y transfronterizos, tanto de cartas y tarjetas postales de hasta dos kilogramos de peso, como de paquetes postales de hasta veinte kilogramos de peso. Según consta en la ley, estas cartas voluminosas de hasta dos kilos tienen que ser entregadas en domicilio y, si no está la persona destinataria, ser avisadas en el buzón.

Además de las cartas y tarjetas postales, la normativa aplica también a los envíos de “publicidad directa, de libros, de catálogos, de publicaciones periódicas y los restantes cuya circulación no esté prohibida”. Según consta en el texto de la ley, “serán admitidos para su remisión en régimen de servicio postal universal, siempre que éste se lleve a cabo con arreglo a alguna de las modalidades previstas en el apartado anterior”.

No obstante, empleados de Correos denuncian que la consigna que ha dado recientemente la empresa es la de avisar directamente al destinatario para que pase por la oficina a recoger este tipo de cartas voluminosas, sin llevarla a domicilio pese a la normativa.

En un comunicado de proceso interno de trabajo, la empresa pública de mensajería señala a sus trabajadores que, en los envíos ordinarios voluminosos, “en el caso de que sea demasiado voluminoso para su depósito en el buzón, se debe analizar si es posible su entrega”, pero sin especificar que deberán llevarse siempre a domicilio si son cartas de hasta 2 kilos, o hasta 500 gramos si hablamos de libros, catálogos o publicaciones periódicas. “En el caso de no poder efectuar la entrega, se dejará un aviso de llegada en el buzón para que pasen a retirarlo por la oficina que corresponda en un plazo de 15 días naturales”, dice la norma.

“Hay algunas carterías que lo realizan correctamente porque aplican la normativa del SPU en todo momento, incluso algunos carteros que de manera particular lo realizan correctamente, pero no se debe dejar el proceso interno a la opinión de la jefatura de la cartería, porque por normativa tiene que llevarse a domicilio”, explica un empleado consultado por Vozpópuli. “Esto crea un trastorno para los destinatarios que tienen que ir a las oficinas a retirarlas, habiendo pagado como cartas”, reseña, insistiendo en que supuestamente el objetivo de la empresa es “dejar espacio en los carros para llevar a domicilio los pequeños paquetes premium y estándar que antes eran entregados por los carteros de reparto urgente”.

Correos convoca a sus oficinas

Las quejas de los usuarios sobre el SPU han crecido con fuerza en los últimos años, según los datos que maneja la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). En base a sus cifras, las reclamaciones recibidas por Correos aumentaron en 2020 en un 23%, situándose en 249.842. Asimismo, las reclamaciones recibidas por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana experimentaron una importante subida en ese año, situándose en 610 frente a las 265 de 2019.

No es este el único problema relacionado con envíos al que Correos se está enfrentando en las últimas semanas. Como contó este periódico, los envíos de la empresa a Canarias están protagonizando multitud de quejas en oficinas y redes sociales. Campaña navideña incluida, estos envíos a las islas llevan sufriendo desde mediados de noviembre fuertes retrasos que hacen que los paquetes no lleguen a tiempo a su destino y se demoren durante semanas, en teoría por supuesto cambio en la gestión de los sobres y paquetes y la tramitación aduanera.

En medio de las quejas sobre el servicio y por las incógnitas de los empleados sobre las nuevas consignas, Correos ha convocado el próximo jueves una reunión con los directores de las oficinas de toda España, según ha podido saber este periódico, donde previsiblemente se traten estos asuntos.

lunes, 31 de enero de 2022

Correos pone en la mesa 1.200 millones para ganar en la última milla a Amazon

 El Grupo Correos está dispuesto a dar un vuelco radical a su negocio y emprender una profunda transformación y diversificación que dé respuesta a la actual demanda de servicios de los ciudadanos, centrada en la paquetería y a la entrega rápida y eficaz de mercancía de todo tipo y tamaño, una decisión que acabará arrinconando al tradicional negocio postal, y que tiene enfrente a Amazon o AliExpress, unas veces aliados y otras claros competidores. La espectacular estructura de la empresa pública participada en un 51% por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con 2.400 oficinas, 33.000 repartidores, más de 13.000 vehículos, numerosos centros logísticos, dinero público de respaldo e importantes alianzas financieras y con aseguradoras, desde el Banco Santander a Mapfre, pasando por Bankinter.

El desembarco de Amazon en España, ha contribuido a dar este giro, que empezó a producirse hace apenas dos años y al principio de manera tímida, pero al que en el futuro se contribuirá con una lluvia de millones. Así, la empresa pública ha recurrido al Sistema Dinámico de Adquisición, un proceso totalmente electrónico, que permite gestionar cientos de contratos de duración limitada y repetitivos y de todas las cuantías para convertirse en el Amazon público español o al menos ganar la 'última milla' al gigante estadounidense. De esta forma, el pasado 7 de enero, la Plataforma de Contratación Pública publicitaba la licitación de un contrato valorado en 194,5 millones, el tercero más cuantioso hasta la fecha del Grupo Correos, para dar cobertura tecnológica, de gestión y de consultaría a distintas actividades "que permitan dar respuesta a las necesidades de Negocio" y la integración de productos comerciales y soluciones de mercado en el entorno corporativo del Grupo.

Unos meses antes se formalizaban otros dos macrocontratos. En el más reciente, Correos Express, filial de paquetería urgente de Correos, ponía sobre la mesa un contrato valorado en 506,3 millones de euros, por el procedimiento electrónico y abierto, para la recogida, transporte y distribución de paquetería en 'última milla', clave en el comercio electrónico, tanto propio como ajeno, y que servirá para garantizar la entrega rápida, la principal apuesta de Amazon. En abril de 2021, se empezaba a adjudicar a cientos de empresas el mayor contrato del Grupo hasta ahora -513 millones- con el objetivo de que cualquier transportista pueda facilitar sus servicio, para cubrir todas las rutas que no sean de 'última milla'. Correos distribuyó cerca de 135 millones de paquetes en 2021.

Digitalización, 'ecommerce', centros logísticos, internacionalización... Correos busca nuevas actividades en un modelo similar al de Amazon o AliExpress

¿Pero puede Correos, con una plantilla de 56.000 trabajadores, convertirse en un Amazon público? El Grupo ya ha emprendido iniciativas en todas las áreas en la que trabaja la multinacional estadounidense, en algunas de manera más modesta, como el desarrollo de una gran plataforma de comercio electrónico, aunque puede convertirse en un proyecto totalmente abierto a terceros y en otras de manera mucho más decidida, como empezar a gestionar cada vez más centros logísticos o Correos Express, el servicio de mensajería urgente que trata plantar cara a los gigantes de la distribución, y la internalización de su actividad -en principio Portugal y Asia-. 

El pasado abril, el líder de Más País, Íñigo Errejón, planteaba la necesidad de una ley, que pretende llevar al Congreso de los Diputados, para crear una plataforma estatal de venta online y de distribución, una especie de Amazon público y español, a partir de la estructura de Correos y Telégrafos, que además tuviera en cuenta a las pequeñas empresas, presionadas, según él, por el gigante estadounidense. Diez meses después, la propuesta de Errejón, posiblemente sin saberlo, comienza a dar pasos muy firmes en algunas de las múltiples patas del negocio, mientras en otras son algo más lentos.

Correos tiene sobre la mesa casi 200 millones para lograr su consolidación digital, clave para los futuros desarrollos de actividades, y la reformulación y diseño de plataformas ecommerce y apps del grupo. El pliego técnico, que se extiende durante 170 folios, divide estas necesidades en tres categorías, seis subcategorías y 12 subsubcategorías, que van desde la propuesta de nuevos negocios, al desarrollo de apps de comercio, proyectos  tecnológicos, la integración de productos comerciales y soluciones de gestión y consultoría, entre otros. Todos estos servicios serán contratados durante los próximos cuatro años mediante un Sistema Dinámico de Adquisición.

Correos Market, piedra angular del 'ecommerce' de Correos, puede ser la  clave de más iniciativas, respaldadas por la gran red logística de la empresa

La empresa pública puso en marcha a mediados de 2019, una plataforma online, que denominó Correos Market, a través de la cual los productores locales, pymes y autónomos podían enviar sus artículos a cualquier punto de España utilizando la extensa red de distribución de la empresa pública. El proyecto, que permite entrar a las empresas en otros 'marketplace' y crear tiendas online y apps y que ya cuenta con más de 1.200 afiliados, tenía como objetivo facilitar el desarrollo de la España vaciada y permitir la digitalización y comercio online de pequeños negocios.

Este impulso al 'ecommerce', que tiene como complemento los 4.300 buzones de paquetería CityPaq repartidos por todo el territorio nacional, tendrá un desarrollo importante en los próximos años, según consta en el pliego técnico, en el que se destaca la relación telemática del Grupo Correos con gran cantidad de entidades externas. "El crecimiento del comercio electrónico unido a necesidad de diversificación de nuestro negocio -mediante la creación de nuevos servicios a consumir por los clientes- hace necesario no sólo que los tiempos de respuesta ante posibles integraciones -terceros o con aplicativos internos- deban ser cada vez mejores y más eficaces", asegura.

Las empresas interesadas en desarrollar para Correos estos negocio, bajo el epígrafe, Soluciones Tecnológicas para Integraciones con Terceros, deberán acreditar el dominio y trabajos en aplicaciones como Magento, Prestashop, WooCommerce y Shopify, las cuatro soluciones principales de 'ecommerce'. En cuanto a la logística, Correos anunciaba hace solo unos días la puesta en marcha de un servicio logístico para una solución integral de comercio online, "con la preparación de los envíos, así como la realización de operaciones de valor añadido". La iniciativa ha ido acompañada con la apertura de dos nuevas plataformas logísticas, una en Illescas (Madrid) y otra en San Esteve Sesrovires (Barcelona).

El Grupo Correos está dispuesto a convertirse en el referente logístico español y según admite en el contrato va a aumentar el número de almacenes para el desarrollo de este negocio con la intención de gestionar más.Precisamente su competidor Amazon, que cuenta con una plantilla fija de 15.000 trabajadores, ha tomado impulso para poner en marcha nuevos centros logísticos, que sirven para impulsar la 'última milla' del proceso de pedidos, con la apertura de nuevas plataformas en Madrid capital, Móstoles y Coslada, y algunas, como la de Zaragoza, que empezará a funcionar este año. Por su parte, la empresa pública española también apuesta por la 'última milla', clave para el comercio online, que exige rapidez y nulos costes, o mínimos, a la hora de la entrega.

A la empresa pública que gestiona los cupones de la ONCE, actúa como oficina bancaria, ofrece queso, vino y miel en su Correos Market, vende seguros de Mapfre y se encarga de la tramitación de diversas tasas y abonos de las administraciones, que ya ha recibido algunos avisos de Competencia, que vigila sus ofertas comerciales a grandes clientes para impedir distorsiones en el sector, necesita apostar por nuevas actividades para sobrevivir dignamente y no atada a las subvenciones. La transformación y diversificación del negocio y la digitalización pueden ser claves para que la entidad no se convierta en un lastre.


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viernes, 28 de enero de 2022

https://www.eldebate.com/economia/20220126/cartero-orense-lucha-dudosa-gestion-amigo-sanchez-ugt-ccoo-correos.html

 Javier González Carballo es cartero desde el año 2007. En la actualidad trabaja en Orense, pero antes lo ha hecho en otros destinos y lo ha pasado bastante mal: «Estuve unos años en Sant Cugat. Ganaba 1.100 euros y tuve que comprarme una autocaravana de segunda mano donde poder vivir. Con mi mujer embarazada, esperábamos trasladarnos a Galicia, donde había plazas vacantes. Como no bailaba al son de los sindicatos mayoritarios, no nos daban plaza. Pregunté a los sindicatos y me dijeron que solo se preocupaban por la gente de su entorno».

Quizá por este desdén, o porque se toma en serio a su empresa, Carballo acabó convirtiéndose en delegado del sindicato CGT e investigando qué está ocurriendo realmente en su compañía, que se encuentra en medio de una transición difícil por la caída del tráfico postal.

Carballo ha leído los artículos que hemos publicado en El Debate sobre las críticas de UGT y CCOO a la gestión del presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, ex jefe de Gabinete de Pedro Sánchez. Aunque no defiende al actual presidente, sostiene que las críticas persistentes de los sindicatos mayoritarios se basan en que ven peligrar los cuantiosos ingresos que reciben por formación: «Los sindicatos se dedicaban a la formación de los empleados hasta que ha llegado Serrano. Según los datos que solicitamos al Portal de Transparencia y que nos enviaron el 9 de enero de 2019, CCOO recibió 350.000 euros y UGT 180.000 por los cursos impartidos en 2017. Era un modo de pagar la calma social. Cuando Serrano llegó (fue nombrado en julio de 2018) dijo que esos cursos se cambiarían por unos textos de formación para aquellos que quisieran prepararse para entrar y prosperar en Correos», explica. 

Dudosa defensa de los trabajadores

Según Carballo, los sindicatos mayoritarios no solo reciben esas cuantiosas subvenciones. También cobran a los empleados por los cursos que les imparten, y que son claves para ir sumando puntos y consolidándose en la empresa. No entiende por qué no los da la misma compañía, pero además hay algún otro incentivo perverso: «En recursos humanos me dijeron que querían rejuvenecer la plantilla. Hablaban de que los empleados dan muchos problemas a partir de los 50 años: enfermedades, etc. Los nuevos empleados suponen nuevas afiliaciones, nuevos cursos, y con ello, más ingresos», sostiene.

Se cobra a los trabajadores, y además no se tienen en cuenta sus condiciones de trabajo. Carballo no solo lamenta que cada presidente que llega tenga que presentar un nuevo plan estratégico; también que en época de covid se tomen medidas como reducir el número de mesas o juntar al personal que clasifica el correo. Él cogió el virus, y algunos de sus compañeros, también.

En cualquier caso, si se debate un plan estratégico, como ha sido el caso recientemente, Carballo mantiene que los sindicatos mayoritarios han de estar, no autoexcluirse. Otra cuestión es que luego firmen o no. Sostiene que entre los empleados crece el desencanto con UGT y CCOO por hechos como el ocurrido el 28 de diciembre: «Por la mañana decían que el acuerdo social alcanzado entre Correos y algunos sindicatos era una farsa y convocaban una huelga para el 5, 7 y 12 de enero. Por la tarde, tras sondear a sus afiliados y decirles que se sentían engañados, comentaban que paralizaban la movilización, pero estarían vigilantes». 

Sostiene además que, al ser los mayoritarios, si realmente estuvieran tan poco conformes, podrían romper el convenio y trabajar en otro. «Hay unas prebendas por debajo; muchos liberados sindicales desde hace treinta años a los que no conocemos. Hemos hecho muchos escritos preguntando por su trabajo y nunca nos responden».

La amenaza de Correos Express

Carballo cree que el objetivo es convertir Correos en Correos Express, la filial de paquetería urgente. «El servicio de paquetería de la matriz se está desmontando desde hace dos años», admite. Si apostaran por él, lo reforzarían. Frente a él, explica que sube el negocio de Correos Express, una empresa que «está compuesta por autónomos que cobran un euro por entrega. Los carteros llevan una PDA para apuntar sus entregas. Si en lugar de poner que han hecho 70 se equivocan y ponen que han hecho 65, les cobran dos euros». A Carballo no le parece bien algo que le sugiere un trato de favor a Correos Express: «Si estamos en plena transición y la paquetería está subiendo, no deberían desviarse recursos a una empresa privada que pertenece a un grupo de una empresa pública». Los envíos del servicio de paquetería de la matriz de Correos se cobran a más de 20 euros; los de Correos Express, a 11 euros. No hay mucho aliciente para apostar por la primera.

Carballo no sabe qué se quiere hacer con Correos. No sabe si el objetivo es malvenderla. Tiene claro que la mayor parte de la cúpula de la compañía no conoce el trabajo de Correos, y lo que busca es reducir costes. No entiende que mientras se persigue este objetivo la compañía invierta en patinetes o aviones y hable de repartir a través de ellos, o se gaste 4.000 euros en cada una de sus motos nuevas de reparto. 

Mientras tanto, se queja de que a los repartidores rurales se les exige que adapten sus vehículos para una cantidad creciente de productos y se pregunta qué pasará con el servicio postal universal, razón de ser de Correos. Afirma que ya hoy se están falseando las entregas de lunes a viernes con las que se correspondería este servicio. 

En medio de este panorama, Carballo expresa su gran deseo de que Correos funcione. Ve evidente que tienen que estar en el negocio de la paquetería y compitiendo, y está seguro de que no hay ninguna empresa con una infraestructura logística como la de Correos, capaz de llegar a todas partes. Le encanta ser cartero y el trato con la gente, pero sabe que en los próximos seis meses «se avecina una lucha muy grande, porque quieren sacar adelante el plan estratégico como sea». Cree que quieren arrasar con todo, y lamenta que no puedan llegar a todo judicialmente, aunque tienen varias causas judicializadas. Por eso intenta luchar también de otros modos. Cuando Pedro Sánchez fue a Galicia el pasado 20 de diciembre, intentó manifestarse, pero le salió mal. Le dieron un golpe por detrás y se acabó la reivindicación. 

https://www.eldebate.com/economia/20220126/cartero-orense-lucha-dudosa-gestion-amigo-sanchez-ugt-ccoo-correos.html

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viernes, 21 de enero de 2022

Correos, una empresa en continua evolución

 Las necesidades de la sociedad de hoy no son las mismas que cuando Correos se creó hace ya más de tres siglos. Pero la razón de ser de la compañía sí que sigue siendo igual desde el día de su fundación: servir a la ciudadanía y facilitar su día a día. Por ello, Correos innova continuamente para adaptarse a las demandas de nuestra sociedad, mejorar los servicios que provee y garantizar la solidez de la compañía.

Este proceso de transformación gira en torno a tres ejes: la diversificación de servicios, la internacionalización y una mejora de la eficiencia. Todo ello manteniendo la calidad del servicio a la ciudadanía y con un empleo estable y de calidad, sin ningún plan de privatización ni proceso de despidos. Gracias a esta transformación, Correos ha hecho frente a la caída del postal agravada por la crisis sanitaria (en 2021, 212 millones menos que en 2020, año en el que se enviaron 500 millones de envíos menos que en 2019).

Correos es además el operador designado por el Estado para prestar el Servicio Postal Universal (SPU) a todos los ciudadanos y ciudadanas, en cualquier punto del territorio. La compañía garantiza su prestación en las mismas condiciones de equidad, accesibilidad, asequibilidad y no discriminación que establece la Ley 43/2010 del Servicio Postal Universal, de los Derechos de los Usuarios y del Mercado Postal (art. 1,2, art. 2 y art. 22.1).

Correos cuenta en la provincia de Málaga con 68 oficinas informatizadas y 101 puntos rurales de atención al público (62 oficinas auxiliares y 39 de atención al paso) y durante el último año se han realizado 9 proyectos de mejora en sus centros de trabajo. La compañía postal también dispone en la provincia de 28 unidades de reparto que en el último cuatrimestre del año 2021 fueron dotadas con 605 nuevos dispositivos portátiles con mejores prestaciones para su plantilla.

La adecuación de la estructura de distribución para ser más eficientes, sin merma de la calidad, es una obligación como operador público. De hecho, la compañía sigue avanzando en la digitalización de los 2.295 puntos de atención al público de que dispone en zonas rurales de todo el país. Estas oficinas quedarán totalmente digitalizadas y conectadas a los sistemas de Correos, y podrán facilitar el acceso de la ciudadanía a todos sus servicios en igualdad de condiciones que en las zonas urbanas más pobladas.

En lo que se refiere al empleo de calidad, Correos considera que es el mejor instrumento para garantizar la prestación del servicio, con la máxima calidad a toda la ciudadanía y, al mismo tiempo, contribuir al desarrollo de la sociedad con empleo estable. Por ello, durante 2020, un total de 4.005 personas, 123 de ellos en la provincia de Málaga, se incorporaron como trabajadores fijos en la compañía en el marco del proceso de consolidación de empleo temporal. El pasado mes de septiembre, se realizaron las pruebas para el ingreso de personal laboral indefinido, con 3.381 plazas provenientes de la convocatoria de 2019, 63 de ellas para la provincia de Málaga.

Actualmente está abierto un nuevo proceso de consolidación de 5.377 puestos de trabajo de las convocatorias de 2020 y 2021.

Más allá de su actividad de negocio, Correos mantiene un sólido compromiso por paliar el problema de la despoblación y contribuir al desarrollo del mundo rural. Acciones que se articulan mediante la digitalización e incorporación de nuevos servicios en las oficinas rurales, las iniciativas para luchar contra la exclusión financiera o el apoyo a los productores y pymes locales.